Toros en el campo

Recientemente Luis Uranga, ganadero de Pedraza de Yeltes, afirmaba que se vieron obligados a reducir de 230 a 180 el número de vacas madre de la ganadería, con la consiguiente reducción a futuro de los cuatreños dispuestos para la lidia. Juan Ignacio Pérez Tabernero (Montalvo) ha apostado ya en 2024 por incrementar la lidia de utreros, y dice que así continuará en el 2025 Se intuye que, al comienzo de la pandemia, dejo en el campo muy pocas vacas preñadas. La ganadería El Pilar ha reducido de 17 a 10 las corridas lidiadas en 2024.

La consecuencia inmediata es que no hay toros suficientes para cubrir la temporada y nos vamos a tener que ir acostumbrando a las corridas compuestas por dos ganaderías en un mismo cartel. El problema se va a ver agudizado en las plazas de primera y especialmente en Madrid, Pamplona y Bilbao limitando al aficionado el juicio combinado de la presentación y el juego de una corrida completa. La siguiente consecuencia es que se imponga el «todo vale» y nos presenten en el resto de plazas corridas en escalera, descastadas y en definitiva baje la calidad del espectáculo.

Me resulta muy coherente el razonamiento de Montalvo de favorecer la lidia de utreros en novilladas, más con la calidad de al menos media docena de novilleros contrastados. Si no favorecemos las novilladas en esta circunstancia, no lo vamos a hacer nunca.