Camela rebobina sus éxitos y celebra 30 años de música el domingo en el Kursaal

Todo fenómeno acaba convirtiéndose, con el tiempo, en referente cultural. Aunque eso sí, hay que saber y poder mantenerse. Por fortuna, porque su repertorio tecno-rumba o porque sus canciones «son al fin y al cabo nuestra vida, parte de lo que somos, historias reales», Camela ha logrado perdurar año tras año, generación tras generación. Ángeles y Dioni –son dos desde que el teclista Miguel Ángel Cabrera abandonase la formación en 2013– llevan el sello de Camela con orgullo. Recogen ahora los frutos de sus 30 años de música, éxitos, fracasos, giras veraniegas, verbenas y casetes, los altavoces que han hecho del dúo madrileño uno de los hitos de la música contemporánea.

Únicos e irrepetibles, en constante reinvención, aterrizan el domingo en el Kursaal para compartir con el público donostiarra todos aquellos temas 'de gasolinera' con los que ahora baten récords en todas las listas de reproducciones de plataformas.

No obstante, su estrellato noventero también dio sus frutos en lo que a venta de discos se refiere: suman más de siete millones de discos vendidos. Fue entrar y literalmente besar el santo, porque su primer disco 'Lágrimas de amor' arrasó con más de medio millón de copias. Dejando las cifras a un lado, lo cierto es que su público continúa estando, cantando y festejando junto a Camela que haya himnos bailables que, al mismo tiempo, hablen «clarito, directamente y desde el corazón».

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