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La serie que adapta la novela de Fernando Aramburu 'Patria', estrenada ayer en el Zinemaldia, ha agradado y conmovido en líneas generales a ... la crítica cinematográfica. Llamada a generar controversia –de hecho, ya la despertó con su primer cartel–, la producción de HBO genera entre los críticos cinematográficos unas valoraciones muy positivas, tanto respecto a la fidelidad al texto original como a las interpretaciones, la producción o la dirección de actores. Sin embargo, hay también quien atribuye las altas expectativas despertadas a una atinada campaña de promoción, lamenta la supuesta falta de riesgo y duda de que «nadie vaya a acordarse cuando se desvanezca el 'hype' en medios periodísticos y redes sociales».
El crítico de La Vanguardia, Fernando García, califica de «irable» la serie «en casi todos los campos: el ritmo narrativo, la estructura, la fidelidad –pero no ciega– a la novela, las interpretaciones de las actrices principales y la búsqueda de un difícil equilibrio en el reflejo del dolor de las dos partes sin equipararlo». A juicio de Fernando García, se trata de «un relato honrado, muy emocionante y creo que también muy útil para la reconciliación». El actual crítico de La Vanguardia, que conoce bien «la Euskadi de los ochenta, en especial, la zona de Eibar» y que cubrió durante años los juicios de la Audiencia Nacional –tanto contra de ETA como los de los casos GAL, y Lasa y Zabala–, asegura que «ha visto mucho sufrimiento en las víctimas, malos tratos reales y denuncias falsas de torturas. Uno siempre tiende a compadecer a las víctimas de los asesinatos, cosa que no soslaya la serie», concluye emocionado.
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Oti Rodríguez Marchante, asiduo al Zinemaldia desde hace décadas en su condición de crítico cinematográfico de ABC, coincide en que «la serie es muy ajustada a lo que esperaba ver. Leí la novela en su momento, me gustó mucho, y me llenó de ideas y de sentimientos, y la serie está a la altura en el sentido narrativo del asunto que trata». En su opinión, «es una adaptación muy buena».
Beatriz Martínez | Fotogramas
Oti Rodríguez Marchante | ABC
Desde el punto de vista estrictamente cinematográfico, su valoración es alta. «La ambientación es estupenda en su colorido y en la neblina, recoge el espíritu de la novela. Y las interpretaciones me parecen fabulosas, en especial, las de los personajes más implicados en la trama. Mi imaginación cuando leía la novela no mejoraba lo que se ve en la serie».
Rodríguez Marchante, que por razones familiares conoce bien Euskadi, ite «que no puede juzgar la evolución del ambiente que se ha vivido en el País Vasco», pero afirma que «eso que muestra 'Patria' sí que lo he palpado durante bastante tiempo. Tanto la novela como la serie recogen asuntos que son muy de verdad».
Sobre el amago de polémica en torno al cartel, indica que el primero «para mi gusto no era acertado en cuanto a lo que se relata en la serie, pero considero que es completamente rio respecto a la obra y hablar de la serie sin haberla visto es como hacerlo de un libro por la solapa. Estamos acostumbrados a que sea uno de los males de nuestra sociedad: hablar de todo sin conocimiento o sin haber reflexionado», afirma.
Diego Salgado | Dirigido Por
Fernando García | La Vanguardia
Para Beatriz Martínez, de la revista Fotogramas, 'Patria' «es una adaptación muy fiel y respetuosa a su texto de procedencia». A su juicio, la serie «se enfrentaba a algunos retos, por ejemplo, cómo plasmar la voz interior de los personajes, pero consigue plasmar en imágenes las emociones que surgen de las páginas del libro de una manera muy orgánica». La periodista de la veterana revista cinematográfica concluye con la idea de que se trata de «un trabajo realmente muy meticuloso y concienzudo».
Más crítico se muestra Diego Salgado, de la revista Dirigido Por, quien destaca la «campaña publicitaria» que acompañó el lanzamiento de la novela primero y de la serie de HBO ahora. En su opinión, «el tratamiento del terrorismo de ETA por el audiovisual mainstream de nuestro país ha sido muy deficiente hasta hoy». Sostiene que «el miedo a romper con un discurso político e ideológico hegemónico –que Aramburu y los responsables de la serie saben condensar en el eufemismo hipócrita del 'conflicto vasco'– ha impedido que se trate con franqueza el régimen de terror en que sumió ETA a la ciudadanía española y, en particular, a la vasca, durante sus años de actividades criminales».
En cuanto a la serie en concreto, afirma que «respeta en líneas generales los argumentos de la novela, quizá con un sesgo más equilibrado en cuanto al retrato de los 'bandos' enfrentados, que simbolizan dos madres arquetípicas y rotas por el dolor».
Destaca su producción «esmerada», aunque opina que «transmite con una cierta afectación la gravedad de los asuntos que se abordan. Ese tono austero y serio acaba por resultar monótono, más teniendo en cuenta que el relato se articula de modo convencional y discursivo, tanto da si la acción se ambienta en el presente o el pasado».
Diego Salgado comenta que «sus estilizados títulos de crédito subrayan ante todo que la serie está en la línea de los productos de calidad que se esperan de la plataforma en cuestión» y concluye que 'Patria' es «un artificio dramático de temporada, que arriesga poco una vez pasado el trago de abordar el tema en cuestión, y del que no está claro que vaya a acordarse nadie cuando se desvanezca el 'hype' en medios periodísticos y redes sociales».
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