Kobe se fue, pero la 'Mentalidad Mamba' perdura

Kobe Bryant no es de esas figuras que necesitan años para que, con perspectiva, se les valore y coloque en el lugar que merecen estar. El escolta de los Lakers entre 1996 y 2006 dejó la 'Mentalidad Mamba' para la posteridad del deporte, una forma de entender el juego y todo lo que le rodea. Un sacrificio continuo por un objetivo: mejorar constantemente tu propia versión. ¿Las victorias, el campeonato y el anillo? Una consecuencia de ello.

No es considerado uno de los mejores jugadores de la historia, está fuera de ese debate, pero sí que su anotación compulsiva es una de las más feroces que se han visto en la NBA. El viernes se cumplieron 15 años del partido en el que Kobe Bryant anotó 81 puntos contra los Toronto Raptors. Una cifra solamente superada por los 100 de Wilt Chamberlain y que resulta imposible de batir en el baloncesto moderno. Los 81, y evidentemente también los 100.

Esa obsesión de ser un mejor jugador cada día tenía un fin final en Kobe: superar a Michael Jordan. O igualarlo. Si hay algún jugador que se ha acercado a lo que fue el '23' de los Bulls, ese es Kobe Bryant. En gestos, en la mecánica de tiro, en sacar la lengua mientras realiza el tiro ganador, en todo. Ambos jugadores han tenido la fama de ser muy duros en el vestuario y de exigir a sus compañeros alcanzar, como mínimo, el mismo nivel de competitividad en los entrenamientos y en la cancha. Para ellos esa era la manera más eficaz de construir un equipo campeón. El de los Lakers se quedó a un anillo de igualar a Jordan, que ganó seis. Pero, al menos, Kobe pudo superarle en la lista histórica de anotadores de la NBA. 33.643 frente a 32.292 puntos. Cuarto y quinto, respectivamente, después de que otro 'animal' como LeBron James (34.597) los adelantara siguiendo una progresión que apunta superar incluso a Kareem Abdul Jabbar (38.387).

Pero el mayor legado de Kobe Bryant en su etapa de exjugador se fue tristemente con él en el accidente. La leyenda de los Lakers acompañaba a su hija de 13 años, Gianna Bryant, a un partido de baloncesto en el que ella participaría. Kobe y Gianna frecuentaban los partidos de Los Angeles Lakers de la NBA y de Los Angeles Sparks de la WNBA y la pequeña apuntaba maneras. Los institutos y las universidades del país ya se estaban interesando en ella y estaba llamada a continuar la saga de los Bryant sobre las canchas de baloncesto.

Kobe, con cuatro hijas, fue preguntado una vez durante su etapa de jugador en un programa de televisión si no le hubiese gustado tener algún hijo que pudiera mantener su legado, y entonces ya tenía claro que Gianna iba a ser esa persona. «No hay nadie mejor que Gigi, cuando crezca jugará en la WNBA».

La franquicia de los Lakers han rendido muchos homenajes a uno de los jugadores más célebres de su historia, jugando con camisetas especiales o incluyendo serigrafías del '24' en la cancha, pero sin duda el mejor ha sido el de conseguir el anillo.

Los Lakers, con LeBron James al mando, consiguieron la temporada pasada, en octubre, el campeonato de la NBA diez años después del último triunfo, en 2010. Además, ese anillo de la 2019/20 sirvió para empatar con los Boston Celtics como los equipos con más títulos en la historia de la NBA, ambos con 17. Un camino que lo empezó a remontar Kobe con tres consecutivos entre el 2000 y el 2002.