Urreisti-Manci, savia nueva de Mutriku

Formados ambos en el club Danok Bat de su localidad natal, Urreisti y Manci van camino de hacerse un nombre en los torneos organizados por la empresa Eraman! Aportan savia nueva a una modalidad necesitada de nuevos nombres que proporcione otro empujón a su actual revival. Lo demuestra la magnífica entrada registrada en el Aitzuri, que rozó el lleno con más de 600 espectadores.

Compartieron protagonismo ambos. Urreisti alternó remates brillantes con la seguridad de Manci, quien creció con el paso de los minutos para firmar un magnífico segundo set.

A remolque en el primero, los mutrikuarras fueron capaces de equilibrar primero un 7-10 para poner el 11 iguales en el electrónico y marcharse reforzados de moral al descanso gracias a una tacada de cuatro tantos en la que Urreisti y Manci se repartieron a partes iguales los cuatro últimos tantos, terminados atrás.

El 15-12 dio alas a los jóvenes, que adquirieron ventaja a partir del 1-1 y no volvieron a ceder la iniciativa en el marcador. Dominaron el peloteo durante la mayor parte de ese joko y mantuvieron la calma suficiente para frenar uno por uno los intentos de reacción de Barandika y Zabala, cuya espalda rozó la pared del rebote más de lo deseable para los intereses de la dupla vizcaína.

Urreisti dirigió con intención la pelota, lo mismo por la pared izquierda en busca del bote alto que hacia el ancho. Con el 12-7 estrelló una dos paredes en la chapa. Tomaron aire Barandika y Zabala, pero no el suficiente para acercarse más de tres tantos: 12-9 y 13-10.

Una cortada a la chapa de Zabala significó el 14-10, coronado por Urreisti en el siguiente tanto con un pelotazo de costado atrás sin respuesta: 15-10.

Manci, que hace unos meses se proclamó subcampeón del Winter Series en Gernika, acababa de desplegar un ejercicio defensivo de altura adornado con acciones ofensivas de envergadura como la dos paredes desde atrás con rumbo a la red. Metió en la cesta docenas de pelotas complicadas, lo mismo de botecorrido antes de que cogieran demasiada altura que de botepronto. Levantó un muro.

Bajó el protagonismo de Barandika a medida que avanzaba el encuentro. Perdieron eficacia esos rebotes de derecha que ejecuta con maestría y crean complicaciones a los contrarios. Le costó entrar en acción con ventaja, mientras que los rivales apretaron atrás a Zabala, al que se le acumularon el trabajo y las dificultades.

Dieron 453 pelotazos a buena en 65 minutos. Resultó más exigente el primer set que el segundo. No solo porque el control de una pareja fue mayor. También jugaron tantos más largos. Lo terminaron con 279 pelotazos, mientras que finiquitaron el segundo en 174. Cien tantos de diferencia en solo dos tantos menos.