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La guerra entre el PP vasco y Génova está servida. La dirección nacional del PP y Ciudadanos cerraron finalmente este viernes el ... acuerdo de coalición para concurrir juntos a las elecciones vascas del 5-A. Un pacto que se ha sellado en contra del criterio de Alfonso Alonso y sin el visto bueno de la dirección vasca. Lo que levantará ampollas.
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De nada ha servido que Alfonso Alonso y su equipo exigiesen a Génova que rectificara un acuerdo con los liberales que se fraguó en Madrid el pasado miércoles y que pone prácticamente la alfombra roja a Cs para entrar por primera vez en el Parlamento Vasco y ocupar dos escaños, cuando es la séptima fuerza en Euskadi -por detrás de Vox- y ahora no tiene ni un solo representante público.
A través de un comunicado conjunto, ambos partidos anunciaron desde la capital a media tarde del viernes que PP y Cs han firmado un acuerdo que, efectivamente, «garantiza» dos puestos de salida para el partido naranja. Según Ciudadanos, concurrirán como número dos por Bizkaia y Álava. Y lo harán bajo la marca 'PP+Cs'.
Ha sido precisamente este punto del pacto -el reparto de puestos- lo que provocó la tormenta. Después de unas horas frenéticas, con reproches y dardos dialécticos internos en la formación conservadora, Alfonso Alonso y su equipo se plantaron ante Génova y exigieron a la dirección nacional «defender la dignidad y el trabajo» del PP vasco, según fuentes de la formación, que insisten en que Alfonso Alonso ha transmitido a Génova «el sentir mayoritario del partido». Una plegarias que, sin embargo, fueron totalmente desatendidas.
Génova acabó rubricando la alianza electoral con Cs sin el 'placet' del partido en Euskadi, dejando así en una situación de total debilidad a Alfonso Alonso, entre la espada y la pared. En los próximos días se verá si abandona el barco -«su dimisión no está sobre la mesa», apuntan en el PP vasco- u opta por pelear para que el acuerdo decaiga en los términos en los que está redactado, ya que no están dispuestos a asumir ese reparto en las listas que dejaría con la mínima representación al PP en el Parlamento de Vitoria.
En el PP vasco, de hecho, confían en llegar a un entendimiento para acordar unas listas «coherentes» con la implantación que cada partido tiene en Euskadi. «Queda tiempo para ajustarlo a la realidad», sostuvo el PP vasco a través de Twitter. La única vía por la que quiso comunicarse el partido una vez conocido el pacto. Lo hicieron con un tono positivo -«siempre hemos defendido una coalición con Cs para reforzar una alternativa constitucional», aseguraron-, y con la vista puesta en el lunes, cuando la Junta Directiva Regional analizará la coalición.
Autonómicas 2016
PP Obtuvo 107.771 votos, el 10,1% del total, y 9 parlamentarios. Quinta fuerza en Euskadi.
Cs Cosechó 21.477 apoyos, el 2% del total, y ningún representante. Sexta fuerza en Euskadi.
Generales abril 2019
PP Reunió 95.041 papeletas (7,4%) y ningún diputado. Quinta fuerza en Euskadi.
Cs Recibió 40.366 votos (3,1%) y ningún diputado. Sexta fuerza.
Generales noviembre 2019
PP. 104.746 apoyos (8,9%) y un diputado. Quinta fuerza.
Cs 13.279 votos (1,1%) y ningún diputado. Séptima fuerza
Pablo Casado se sirvió de la misma red social para manifestar, pasando por alto la polémica, que «sumamos fuerzas en favor del constitucionalismo con un proyecto de futuro para todos los vascos». Alfonso Alonso y Pablo Casado tienen de margen para ponerse de acuerdo hasta el 1 de marzo, fecha límite para cerrar las planchas.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, y el vicesecretario general del partido naranja, Carlos Cuadrado, fueron los encargados de cerrar el acuerdo a espaldas de Alfonso Alonso, sin ni siquiera consultarle los términos en los que se estaba redactando el texto. El argumento que esgrimió Génova es que Alfonso Alonso dio plantón a la dirección nacional cuando se le convocó a una reunión en Madrid para abordar el asunto.
Según ha podido saber este periódico, Alfonso Alonso recibió a las doce de la noche del jueves, vía whatsapp, un mensaje de Ana Beltrán -'número 3' del PP- que le citaba para el viernes a las 11.00 horas en la sede central del partido. Un encuentro que serviría para firmar oficialmente el acuerdo. Alfonso Alonso, según las mismas fuentes, rechazó acudir a la cita por la premura en la comunicación y porque no estaba dispuesto a respaldar una entente que «no comparte» en esos términos.
La dirección del partido en Euskadi, de hecho, tuvo conocimiento del reparto de puestos en las listas por los medios de comunicación y el anuncio que realizó el jueves José María Espejo-Saavendra, portavoz del grupo parlamentario de Cs. Una falta de interlocución entre Madrid y Vitoria que pone nuevamente en evidencia las discrepancias existentes entre la dirección nacional y el PP vasco. «Se ha negociado a espaldas de Alonso», se quejaban en el partido horas antes incluso de que el pacto fuera oficial.
En el comunicado, además de que ambos partidos «aceptan» el régimen foral vasco y el Concierto económico -una de las líneas rojas impuestas por Alfonso Alonso- también se desliza que el cabeza de cartel de la coalición será designado por el PP, dejando así en el aire la candidatura de Alonso como aspirante a ocupar Lehendakaritza. Otro síntoma de la desconfianza que despierta Alfonso Alonso en la sede central del PP. Aunque en Euskadi cierran filas con su líder: «Él es nuestro candidato».
El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, salió ayer en defensa de Alfonso Alonso y reivindicó la importancia de las siglas del PP vasco, «que aportan mucho a la política española en su conjunto y a nuestro partido de forma concreta».
Tras conocerse que el líder del PP en Euskadi comunicó a la dirección nacional del partido que no está dispuesto a conceder dos puestos de salida a Ciudadanos en las listas para las elecciones vascas y, por tanto, su negativa firmar el acuerdo que ha conocido por la prensa y no comparte, Feijóo insistió en que el PP vasco es «un símbolo» de su partido «con mucho dolor y asesinatos detrás de sus siglas», por lo que mostró su confianza en que «esas familias se vean correspondidas y representadas con lo que se haga en Euskadi». «Creo que es lo que debemos hacer y estoy convencido de que los compañeros del PP vasco sabrán interpretar cuál es la responsabilidad histórica que tienen, porque las siglas del PP en Euskadi cuentan con un mérito indiscutible y suponen para todos los políticos un respeto», insistió.
El PP vasco rechaza que de Cs ocupen los segundos puestos de las listas por Álava y Bizkaia porque «esas cesiones no guardan relación con la realidad de cada partido», ya que la formación naranja no obtuvo ningún representante ni en las elecciones de 2016 en Euskadi ni en las generales de 20 de noviembre. Tampoco tiene concejales en ningún ayuntamiento.
Respecto a las negociaciones en Galicia, explicó que «no está sobre la mesa» ninguna otra posibilidad que no sea «valorar la posibilidad de que en las listas del PP vaya algún dirigente de Ciudadanos en alguna provincia».
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