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En tiempos en que el picoteo que ha convertido en un deporte nacional, tener controladas un buen surtido de salsas en el recetario es un ... acto obligatorio si queremos sorprender a nuestros invitados como buenos anfitriones. Con la llegada del buen tiempo, los aperitivos y comidas en torno a una mesa de terraza se van a multiplicar y es bueno tener un buen maridaje para lechugas, verduras carnes calamares o patatas fritas. Estas son tres salsas tres, de fácil preparación, y con éxito seguro (comprobado 100%).
Desde que me pasaron esta receta, no dejo de recurrir a ella cuando quiero sorprender a mis invitados en casa en una cena de picoteo informal. Es una salsa sabrosa y bastante sanota, al tener sobre todo una base de yogur en lugar de aceite. Eso sí, lleva una pizca de mayonesa que le da una alegría necesaria.
Les quiero hablar de una receta de salsa de yogur tipo Kebab que vale para acompañar unos kebab caseros o para untar cualquier carne. Yo la uso mucho con brochetas de pollo con pimientos y cebolla. La mezcla es ideal. Allá vamos:
Para prepararla necesitamos dos yogures griegos naturales y sin azúcar, dos cucharas de mayonesa, el zumo de medio limón, tres dientes de ajo, dos cucharaditas de azúcar, , sal, pimienta, perejil y una pizca de comino.
La preparación es sencilla y rápida. En un bol ponemos los yogures y añadimos las dos cucharadas soperas de mayonesa. Mezclamos. Después, picamos los tres dientes de ajo (pueden ser dos si no queremos que quede fuerte), la sal, las dos cucharaditas de azúcar, la pimienta negra, el comino al gusto, el perejil muy picado y el zumo de medio limón. Se mezcla todo y, antes de servir, lo reservamos en el frigorífico unos minutos. Y ya está lista para acompañar carnes o verduras. Es obligatorio probar porque el resultado es exquisito.
En casa nadie se cansa de esta salsa. Alegra cualquier ensalada o sirve de aliño ideal para verduras en crudo o ensaladas con todo tipo de lechugas o ingredientes amargos. Por ejemplo, yo suelo utilizar mucho esta salsa con endivias, con nueces y roquefort.
Y la preparación es muy sencilla. Solo hace falta tener aceite de oliva, vinagre de vino blanco (se puede usar otro), sal y, lo más importante, una buena mostaza. Porque aquí no vale cualquiera. Que a nadie se le ocurra echar mostaza de hamburguesería, no. Estamos ante el ingrediente clave. Hay que agenciarse una mostaza de las de verdad, esas que venden en el supermercado en botecillo de cristal y que suelen ser de marca sa. Yo suelo utilizar mostaza de Dijon de la marca Maille, pero hay otras.
Con todos los ingredientes a mano, vamos allá. En un pequeño bol o frasco echamos una cucharada pequeña de mostaza (echaremos más dependiendo de lo fuerte que queramos que quede), una pizca de sal, un chorrete de vinagre y, por último, abundante aceite de oliva. Seguidamente mezclamos todo con un tenedor, hasta conseguir una aspecto parecido a un buen pil pil. Probamos y, dependiendo del gusto, añadiremos más sal, vinagre, aceite o mostaza.
Y por último, la más sencilla no por eso menos exitosa de las tres salsas. Cuántas veces hemos hecho patatas fritas en casa o hemos frito unos calamares (yo soy más de chopitos) para el aperitivo. Una opción es preparar un alioli casero o comprarlo tal cual. Otra èude ser servir un amayoesa (casewra o de bote) y tan pancho. Pero hay una tercera opción, que yo he bautizado como falso alioli, y que le da un giro inmediato al plato.
Basta con picar un buen diente de ajo en trozos lo más minúsculos posibles. Luego lo vertemos en un bol. A continuación echamos una mayonesa de bote que no sea muy fuerte y lo mezclamos todo batiéndolo con un tenedor. El resultado es una mayonesa de ajo que acompaña de cine esas patatas o esos chopitos recién fritos. Si además nos da por acompañar la bandeja con unos pimientos del Padrón fritos y un blanco Godello de Vadeorras bien frío (por ejemplo), el picoteo es de Champions League.
¿A quién no le gustan unos buenos calamares en el aperitivo? Una buena opción, por cantidad, calidad y frescura, son las raciones del bar Molino de Irun (Meazuri kalea, 7). La ración es enorme, así que se puede empezar con una media, que ya de por sí es generosa. El resto de pintxos de la barra también son de dimensiones bíblicas.
El de Bodegas Muga de Haro. La iniciativa social 'El Club de los 300' de la bodega de la saga de los Muga ha recaudado y donado 75.000 europs a la Fundación CRIS Contra el Cáncer, dentro del proyecto 'Vino por Investigación'. En concreto, la donación se destinará a la investigación del cáncer cerebral (medublastoma), el tumor cerebral maligno más común e niños.
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