
Secciones
Servicios
Destacamos
El kamikaze de la AP-8 que provocó dos muertos en Usurbil en 2017 tras conducir durante 8,5 kilómetros en dirección contraria ha sido ... condenado a dos años de prisión como autor de dos delitos de homicidio por imprudencia grave. Además, se le priva del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por dos años y medio. El siniestro, que se saldó con siete personas heridas además del acusado, se produjo sobre las 06.20 horas del 11 de febrero después de que el vehículo que conducía el acusado, un Opel Astra con seis tripulantes a bordo, chocase contra una ambulancia en la que viajaban cuatro sanitarios en la confluencia de la AP-8 con la GI-20.
En el juicio celebrado el pasado mes de mayo, el jurado popular, compuesto por nueve personas, no consideró probado que el hombre fuese consciente de que circulaba en dirección contraria, por lo que pedía que fuese enjuiciado solo por homicidio imprudente. De esta forma, la Fiscalía, que inicialmente había pedido para él una pena de 14 años, rebajó su petición a cuatro por un delito de homicidio por imprudencia grave, lesiones y conducción temeraria.
El Ministerio Público aceptó además el atenuante por dilaciones indebidas, solicitada por la defensa del investigado, ya que ha habido «cuatro años de espera» por parte del procesado, hasta este juicio, así como de la reparación del daño moral por pedir perdón, y por ello rebaja un grado su petición de pena. Finalmente al kamikaze se le ha impuesto una condena de dos años de cárcel.
Durante la vista, que duró cuatro días, el acusado, que causó la muerte de dos de los pasajeros que viajaban con él en el vehículo y heridas graves a otros dos, volvió a pedir perdón públicamente. En la última sesión del juicio, el varón insistió en su versión de los hechos, que finalmente fue avalada por el jurado, afirmando que desconocía que iba en sentido contrario hasta que vio la ambulancia con la que colisionó. «Vuelvo a pedir perdón, jamás supe que iba en sentido contrario», declaró, señalando que su error fue confiar en su amigo, uno de los fallecido en el accidente para que le guiara. «No quise llegar a esto», añadió con visible emoción.
A lo largo del juicio, el testimonio de la hermana de una de las víctimas, Souhail Bermidel, fue particularmente conmovedor. «Le perdono por la muerte de mi hermano, sé que no lo hizo queriendo», dijo, destacando que el acusado visitó a su familia para pedir perdón, y que lo consideran una persona formal.
Por su parte, uno de los agentes de la Ertzaintza que realizó la primera actuación tras el accidente manifestó durante una de las sesiones que el hombre condujo «de forma temeraria y errática pero consciente de que iba en dirección contraria». En su comparecencia en la sala, el ertzaina explicó que el conductor «no sabía ni por dónde ni hacia dónde iba» y que los ocupantes del Opel Astra «iban mal sentados». «Era todo un desastre», destacó después de reafirmar que las dos personas fallecidas circulaban sin cinturón de seguridad.
El agente de la Policía vasca relató a su vez que el autor de los hechos confesó a un compañero suyo ser «consciente de que se había equivocado», después de circular durante 8,5 kilómetros en sentido contrario «ajeno a cualquier instinto». En palabras del ertzaina, a las 06.20 horas de la mañana de aquel 11 de febrero «empezaba a amanecer, no había niebla y el asfalto estaba seco». En definitiva, «no había ningún problema para circular y la visibilidad era buena», destacó.
Todo empezó en la rotonda Europa de El Antiguo, en Donostia, después de que el investigado se saltase la salida que debía dirigirle a Bilbao, municipio en el que residían los seis ocupantes del vehículo. Venían de pasar una noche de fiesta en la capital guipuzcoana y la mayoría iban dormidos. En el kilómetro 19, expresó el agente, el coche accedió a la AP-8 en dirección contraria sentido Behobia-Francia, donde se cruzó con un total de seis vehículos (tres camiones, un autobús, un tráiler y un vehículo de mantenimiento de la autopista) tras atravesar con anterioridad varios túneles y puentes hasta llegar a la confluencia con la GI-20 en el kilómetro 27,5 dirección San Sebastián, lugar en el que se produjo el choque.
Preguntado por el momento en el que se cometió la infracción, el agente narró que el procesado «obvió dos señales verticales que indicaban claramente la prohibición del paso, isletas y balizas» e insistió en que, a la altura del kilómetro 22, «pudo haberse parado en una estación de servicio para dar la vuelta, pero no lo hizo». Cabe recordar que en las pruebas de alcoholemia y drogas realizadas tras el siniestro, arrojó resultado negativo. Fue detenido pero tras prestar declaración fue puesto en libertad provisional con cargos.
Un segundo agente de la Ertzaintza, testigo de lo sucedido, aportó más detalles sobre la trayectoria que siguió el Opel Astra y confirmó que el imputado condujo «sin ningún tipo de reacción» y que «esquivó un camión» antes de producirse el fatal desenlace. Según su versión, al realizar la maniobra por la AP-8, el infractor iba conduciendo por el carril central (había tres), si bien después se pasó al derecho, equivalente al izquierdo de la dirección correcta de la circulación.
Asimismo, a lo largo de su discurso, este otro ertzaina puso el foco en el coche de mantenimiento, que trató de alertar sin éxito al acusado de la infracción que estaba cometiendo. «En los 31 segundos después de darle las largas, iluminarle con una linterna y tocarle el claxon para que se percatase de la circunstancia, él no hizo ninguna maniobra hasta que se chocó».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.