Estudiantes estafados alertan de que no tienen dónde alojarse

Según afirman, la búsqueda de alojamiento no ha sido un camino de rosas y advierten de que «el guión es siempre el mismo: el estudiante Erasmus, al no poder visitar en persona las casas que se muestran en los anuncios, es invitado a participar en una vídeollamada en la que se muestran las habitaciones ofertadas. El estudiante, cansado de buscar alojamiento durante meses, confía en el estafador, creyendo que la casa mostrada es realmente su futuro hogar, y paga un cuantioso depósito. El estafador se mantiene en o hasta el día de su llegada y luego desaparece».

En este sentido, critican que «cada vez más estudiantes son víctimas de estafa, algunos incluso varias veces seguidas», de hecho, en el grupo de afectados hay estudiantes alemanes, como Jannis Jäger, de 21 años, que ha vivido la misma experiencia que Alessandro Lorenzi y la supuesta habitación que reservó, también en el barrio de Gros, nunca existió. «La propietaria me dijo que su padre ya no iba a alquilar el piso. Le pedí que me devolviera el dinero adelantado y ya no he vuelto a saber de ellos», cuenta. «Todo se está convirtiendo en una pesadilla», afirman indignados. Asimismo, critican la «reducida» oferta de alojamiento existente en la capital guipuzcoana, así como la carestía de la vivienda. «Pedimos ayuda concreta, mediación o alojamiento temporal».