
Fiscalía y acusación particular han mantenido su petición de 22 años de prisión para el hombre acusado de maltratar y violar a su novia en ... Donostia entre agosto de 2018 y diciembre de 2019, tiempo que duró la relación sentimental entre ellos. Ambas partes consideran «verosímil, convincente y congruente» el discurso que la víctima ha relatado desde la fase de instrucción hasta el día del juicio y por ello le imputan un total de nueve delitos. Por su parte, la defensa del procesado ha pedido la absolución de su cliente al considerar que «no existen pruebas que demuestren su culpabilidad».
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En la segunda y última sesión del juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, los médicos forenses que atendieron a la perjudicada han declarado que la joven presentaba «un trastorno psicodepresivo y de baja autoestima» condicionado por el episodio vivido con su expareja, si bien han matizado que «no es el único ni principal» aspecto de la sintomatología que presenta, «aunque sí relevante». La joven tenía antecedentes como víctima de violencia de género, abuso sexual, matrimonio forzoso, malos tratos en la infancia por parte de ambos progenitores y denunció a su madre por un intento de agresión contra ella.
Al igual que afirma el Ministerio Público, las forenses destacan que el discurso de la afectada es «coherente y congruente» desde el punto de vista psicológico y aseguran que lo ha mantenido «en todo momento». Preguntadas por el maltrato y violencia que ha sufrido la víctima, han explicado que explicado que, según sus informes, existían valores de «asimetría y control» por parte de su novio.
Por su parte, la psicóloga forense que valoró el estado del investigado ha reconocido que él «no expresaba malestar emocional» el día de la cita pese a estar inmerso en un procedimiento judicial y ha detallado que se trata de una persona que «tiende a contener la ira pero al final acaba explotando».
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En la vista oral de este martes también han comparecido testigos que han relatado que el acusado es «un hombre tranquilo, paciente». Así lo han asegurado tanto su actual pareja, con la que comparte su vida desde 2021, como el dueño de un bar en el que trabajó el procesado durante 3 años. «Conmigo nunca ha tenido un mal comportamiento ni me ha agredido sexualmente», ha reiterado a preguntas del Ministerio Público.
La mujer ha destacado que fue a los cinco meses de empezar la relación cuando el enjuiciado le contó que estaba inmerso en un procedimiento judicial y que al principio fue «un poco chocante», aunque ha remarcado que «no quiso indagar más» en un primer momento. Con el paso del tiempo, «cuando empezaron a llegar las citaciones del juzgado, sí que le pregunté más cosas y me contó que su exnovia lo que le había ocurrido era por una venganza de ella tras haberle dejado».
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Según ha anunciado la Fiscalía, el acusado habría creado un «clima de angustia y miedo» en la relación y sometió a la mujer a «violencia psíquica y física de manera habitual». La relación de pareja se inició en 2018 y duró algo más de un año. En ese tiempo estuvieron conviviendo en distintas habitaciones de pisos compartidos de San Sebastián. Las «vejaciones, amenazas y agresiones en forma de puñetazos, patadas, empujones o agarrones en el cuello» por parte de él eran habituales. También limitaba su libertad y controlaba sus movimientos, ya que le impedía relacionarse libremente con sus familiares y amistades o utilizar el teléfono móvil.
La fiscal ha manifestado que era habitual que el encausado se dirigiera de forma ofensiva a su novia, con expresiones como «cerda, gilipollas, loca, pesada, mierda, asquerosa...» y otras más. También le decía expresiones para amedrentarla, como «si no me obedeces, te esperará algo peor». Además, señala la acusación, el varón mantenía relaciones sexuales con su pareja incluso cuando ella se negaba, y la «agarraba, inmovilizaba y la penetraba sin su consentimiento».
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Una vez transcurridas las dos jornadas de juicio, la Fiscalía considera que además del delito de violación (en el que aplica la agravante por parentesco), hay que sumarle un delito de maltrato habitual por el que solicita tres años de cárcel, un delito continuado de amenazas leves en el ámbito de la violencia de la mujer por el que pide un año de prisión, dos delitos de maltrato no habitual en el ámbito de la violencia machista castigados con un año cada uno, cuatro delitos de maltrato no habitual cometidos en el domicilio, también con un año de cárcel por cada uno de ellos, y un delito leve de vejaciones. Además, reclaman que abone 300 euros por las lesiones causadas y 5.000 euros por el daño moral ocasionados a la víctima.
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