Las diez noticias clave de la jornada

Cazador fallecido en Cuenca

El perro de Joxe Pagola permaneció los seis días junto a él

El animal apareció en las inmediaciones del lugar en el que el cadáver del usubildarra fue localizado el sábado

Oskar Ortiz de Guinea

San Sebastián

Domingo, 22 de octubre 2023, 18:49

El hallazgo del cuerpo sin vida del usurbildarra Joxe Pagola puso este sábado un trágico final a una búsqueda plagada de incertidumbre y desasosiego a ... cada hora que pasaba sin rastro del cazador de Aginaga desaparecido desde el domingo anterior junto a uno de sus dos perros -un spaniel y otro mezcla spaniel y setter- en un coto de la localidad conquense de Buenache de la Sierra. Entre los oficiales y voluntarios que participaron en las labores de rastreo habían compartido durante la semana cierta extrañeza por el hecho que no hubieran hallado ningún rastro tampoco del animal, ni con los drones ni con la unida canina desplegada. De hecho, un cazador del mismo coto, El Ensanche, comentó el pasado jueves a este periódico que «muchas veces estos animales se quedan junto a su amo si a este le pasa algo, pero no de forma indefinida y menos con tanta gente en la zona», en referencia las alrededor de 60 personas y perros que conformaban el dispositivo de rescate. Sin embargo, el perro del cazador usurbildarra, permaneció los seis días junto a su dueño.

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El can apareció en las inmediaciones cuando otro cazador encontró el cuerpo sin vida sobre las 9.45 de la mañana del sábado, en un paraje conocido como El Sabinar, dentro ya del término municipal de La Cierva. Según informaron desde el mismo servicio de rescate, el cuerpo se encontraba a «casi 10 kilómetros en línea recta» con respecto al punto del coto de El Ensanche en el que se separó del amigo donostiarra que lo acompañaba. Ambos se alejaron en un tramo de unos 700 metros entre el punto donde habían aparcado el vehículo, junto al puesto de caza número 15, y el número 6 donde iban a cazar, adonde Joxe no llegó. La voz de alarma la dio su acompañante, de 48 años y vecino también del caserío de los Pagola en Aginaga, que no es cazador y no portaba escopeta.

El funeral, este lunes

La principal hipótesis sobre el fallecimiento de Joxe Pagola es que sufrió una muerte natural, aunque será la autopsia la que determine las causas del deceso cuando caminaba entre pinos y sabinas junto a su perro. El cazador usurbildarra, de 67 años, soltero y sin hijos, estaba jubilado tras una vida en la empresa de cementos Rezola, cerca de su caserío de Aginaga.

El funeral se celebrará este lunes a las 18.00 horas en la iglesia de San Francisco de Asís, en Aginaga.

El hallazgo del cuerpo tuvo lugar poco antes de las 10.00 de la mañana del sábado y, algo más de tres horas después, fuentes oficiales del dispositivo de búsqueda confirmaron a este periódico que se trataba de Joxe Pagola. El cuerpo se encontraba a «casi 10 kilómetros en línea recta» con respecto al punto del coto de El Ensanche en el que se separó de la persona que lo acompañaba el domingo al amanecer, un donostiarra de 48 años que también reside en el caserío de los Pagola en Aginaga.

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La búsqueda de Joxe comenzó el mismo domingo, cuando el amigo que lo acompañaba dio la voz de alarma. La víctima medía alrededor de 1,85 metros y pesaba 130 kilos. El peso nunca le había supuesto un lastre a la hora de patear por el monte, según explicó a este periódico su hermano Juan. Sin embargo, en los últimos tiempos sufría más de las piernas y las rodillas y su movilidad se había visto mermada. Fue por esto que los familiares estimaban que Joxe «no había podido ir muy lejos» en caso de haberse desorientado aquella mañana en el coto o hubiera sufrido algún percance físico. Sin embargo, el terreno hacia La Cierva era descendente, y pudo caminar más de lo previsto hasta el lugar donde fue encontrado. La autopsia determinará las causas de su fallecimiento.

Coto de caza

Las pistas de Joxe Pagola se perdió tras separse de un vecino en un tramo de 700 metros hasta el puesto

Entre los voluntarios que tomaron parte en la última jornada del rastreo, se encontraban dos sobrinos y un hermano de la víctima, además de algunos allegados. Se unieron así a los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana y Seprona de la Guardia Civil -y un helicóptero-, una unidad cinológica y una Brif (brigada de incendios forestales).

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Experimentado

Pagola y su amigo habían acudido a Buenache de la Sierra la víspera del día del Pilar con intención de pasar el puente hasta el domingo. Ese día recorrieron en coche los alrededor de 45 minutos desde la casa en la que se alojaban en Carboneras de Guadazaón hasta el coto de Buenache de la Sierra. Apenas estaba amaneciendo cuando aparcaron el vehículo a 700 metros del puesto que les correspondía, el número 6, en el mismo lugar que habían previsto la víspera, aconsejados por otro cazador de Orio, que era conocedor del coto y les guio hasta ese punto.

Joxe, que se inició como cazador «desde crío con el aita», portaba la escopeta y los dos perros, y su amigo, la mochila con los cartuchos porque no tiene ni licencia de armas ni escopeta. Al caminar más ligero que Pagola, el donostiarra se dirigió al puesto monte a través, equipado con una luz frontal. Dejó su teléfono móvil al aginagarra -que era «antimóviles»-, para que pudiera iluminarse con la linterna a través del sendero que le debía llevar al mismo puesto, al que nunca llegó. Ante su tardanza, su vecino del caserío Iruintxo Zarra salió a su encuentro a través del sendero, pero solo se topó con uno de los perros. Este hombre, tuvo que recibir este sábado atención psicológica tras hallarse el cuerpo de su amigo.

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