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Con un total de cinco irrintzis lanzados a orillas del mar se abría la tradicional feria de Santo Tomás celebrada este domingo en Pasai Donibane. ... Rosa Sistiaga, Maite Etxarri, las hermanas Margari y Lourdes Sistiaga y Kily del Castillo protagonizaban estos gritos ancestrales vascos cuyos ecos se extendían por los cuatro puntos cardinales hasta ser silenciados por los aplausos con los que sus vecinos les correspondieron.
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Para entonces, la plaza Santiago ya se había llenado de visitantes ansiosos por disfrutar de los atractivos de una festividad que se adelantaba varios días en el calendario. Eran muchos los que aprovechaban para detenerse ante los puestos de productores y artesanos y hacer algunas compras pensando en la Navidad. Uno de los más concurridos era el de Xatur Telletxea, quien sorprendía al público con bastones de madera tallados con mimo para dotarse de diferentes acabados.
No menos interés despertaba el mostrador habilitado por Izaro Mariezkurrena, la creadora conocida como Maridomingi. Las prendas de ropa y complementos confeccionados con telas y lanas de colores se antojaban aún más apetecibles ante el descenso de las temperaturas registrado en la primera mitad de la jornada.
«Yo he aprovechado para comprar algunos jabones naturales hechos con la forma de un eguzkilore», comentaba una mujer a su amiga, quien fijaba su vista en la miel de brezo y en el queso «especial» ahumado que ponía a la venta Joxe Ramón Etxabe. Estas mercancías competían a la hora de llamar la atención del público con los productos de la huerta cosechados por Eneko Sein, las verduras del caserío Gaztelutxo, la cosmética de Aritzkurengo Tienduka, las fotografías de Imanol Sistiaga...
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«Qué lástima que este año no hayan traído animales, como en anteriores ediciones», se lamentaban varios sanjuandarras, sorprendidos por la ausencia de burros, ovejas y aves de corral.
El recorrido por los diferentes puestos se interrumpía a mediodía para presenciar el recital de los alumnos de Pasaia Lezo Lizeoa. Los más pequeños de la casa entonaban villancicos y otras canciones típicas de estas fechas en un festival presentado por el periodista Luisma Laboa y que también contó con la participación de los jóvenes dantzaris de Lintxua.
Los espectadores seguían las actuaciones con un talo con txistorra en una mano y un vaso de sidra en la otra. Los de Itsas Mendi Elkartea se ocupaban de preparar, en los bajos de la antigua casa consistorial, las consumiciones que ellos mismos repartían sin apenas tregua. Lo hacían ataviados con el atuendo baserritarra, que también lucían las mujeres de Aiton Amonen Aterpea, encargadas de elaborar compota en los fogones habilitados en pleno casco antiguo sanjuandarra. El aroma de este dulce se extendía por las terrazas y la calle empedrada, atrayendo a los más golosos.
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También en el vecino municipio de Lezo festejaban un madrugador Santo Tomás con la plaza Saldise como principal escenario de los actos programados. La diana protagonizada por los txistularis de la escuela municipal de música Tomás Garbizu animaba a sumarse a la fiesta. Y así lo hicieron incontables familias al completo. La mayor parte de ellas no quiso dejar pasar la oportunidad de seguir el multitudinario kantaldi que ofrecieron conjuntamente, a las 12:00 del mediodía, los alumnos de la Herri Eskola y los del Liceo.
Los lezoarras recorrieron, asimismo, los puestos habilitados a pocos metros. Desde el que mostraba artesanía realizada en madera de boj al que regentaban los productores procedentes de distintos caseríos del pueblo, pasando, entre otros, por el que reunía manualidades hechas por la asociación de mujeres Gaxuxa, el centrado en regalos de Lezoko Eztandak y el que permitía a los estudiantes de Pasaia Lezo Lizeoa poner a la venta tanto postres como alimentos de su propia huerta.
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El que mayor cantidad de personas registró fue el destinado a la venta de talos y txistorra. Mientras los clientes aguardaban a ser atendidos, podían observar como los voluntarios preparaban sin descanso los bocados más deseados de este día.
«¡Por fin ha parado de llover y ha salido el sol! No podíamos haber tenido mejor tiempo», comentaban unos lezoarras, brindando con sidra por su «buena suerte».
Igual de satisfechos se mostraban los vecinos de Usurbil, otra de las localidades de Gipuzkoa que vivía con anticipación Santo Tomás, gracias a la asociación cultural Noaua! Su mercado atrajo a lo largo de toda la mañana a infinidad de personas deseosas de llevarse a casa castañas, nueces, quesos, porciones de deliciosas tartas, piezas de artesanía y un sinfín de artículos puestos a la venta por los productores locales.
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Pero estos no eran los únicos atractivos de la feria que tomó el frontón. También se organizaron sendos concursos de alubias y de sidra. Los ganadores fueron Juan Carlos Balerdi y Mikel Errekondo, del caserío Ibindos, respectivamente. Hubo txapela y un premio en metálico de 150 euros para cada uno. Mientras tanto, los niños se apuntaban a talleres de decoración navideña e Ixabel Agirresarobe ponía banda sonora al arranque se esta feria.
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