Un puente de Santiago pasado por agua: las tormentas amenazan el sábado

Y es que echando un vistazo a los datos continuos que Aemet maneja desde 1928, la temperatura media histórica para el mes de julio en Gipuzkoa es de 18,3 grados, y hasta este momento este julio marca una media de 18,4. «El año pasado hizo muchísimo calor y en el Observatorio de Igeldo se llegaron a registrar 39 grados, una efeméride sin duda que también se repitió en 2022», recuerda Martín. «Este año está dentro de los valores normales, lo que sí puede considerarse un verano fío es lo que tuvimos en el de 2021».

Dicho esto, la previsión meteorológica para este puente de Santiago no parece ser muy halagüeña para quienes esperan disfrutar de los arenales guipuzcoanos. Aunque este jueves y viernes aún se podrán disfrutar de temperaturas cálidas, el sábado amanecerá con ligeras precipitaciones que a lo largo del día podrán convertirse en tormentas.

El comienzo del puente este jueves será muy similar a lo que venimos viviendo estos últimos días. Apenas se esperan cambios, y aunque permanecerá cubierto en la mitad norte durante la mañana, por la tarde se abrirán claros y predominará al ambiente soleado. «Podríamos calificarlo de caluroso si lo comparamos con lo que hemos vivido este mes de julio, pero realmente no será un día de demasiado calor. Entre el jueves y el viernes empieza la canícula, que es la época de más calor del verano», asegura Martín.

En la costa el viento soplará con suavidad del nordeste y se marcarán máximas de 24 grados. Y en el sur, pocos cambios en las temperaturas, donde únicamente pueden aparecer algunas nubes de evolución por la tarde sin importancia. Día para disfrutar de la playa y de la montaña.

«Seguirá haciendo calor pero sobre todo en el sur de Gipuzkoa», prevé Martín, «mientras que en las zonas costeras hará calor, con unos 25 grados, pero soplará la característica brisa que en verano suele ser más fuerte y es lo que alivia del calor la mitad norte de Gipuzkoa». Las temperaturas se mantendrán similares al día anterior, aunque irán descendiendo en el interior, donde no se superarán los 23 grados de máxima.

El viento ce componente norte que soplará durante todo el fin de semana irá aproximando las nubes. Durante el viernes aún será flojo, pero podrá ir dejando caer algunas lloviznas dispersasen zonas de montaña del interior. Ahora bien, a medida que caiga la noche el agua puede ir haciéndose notar de cara a un sábado que sí será lluvioso.

«Cambio radical», anuncia la delegada de Aemet cuando se refiere a la jornada del sábado. Porque todo el extremo norte peninsular se verá amenazado en la noche del 26 al 27 por un frente frio que vendrá desde las islas británicas. «Suelen traer mucho agua, por lo que también habrá un descenso brusco de las temperaturas con una bajada de 7 u 8 grados de las máximas en relacion al dia anterior». En la costa se espera que no superen los 19 grados, «aunque los descensos térmicos siempre se atenuan en el litoral por el efecto del mar».

Cielos cubiertos con precipitaciones en todo el área cantábrica que pueden convertirse en tormenta ocasional en entornos de montaña. «Los chubascos serán de intensidad fuerte y se mantendrán todo el día con viento bastante racheado». Sobre todo será lluvioso en el amanecer y, aunque no se prevé que las tormentas desaparezcan durante todo el día, sí parece que amainarán hacia la noche en la costa, momento en que vayan desplazándose hacia el interior.

Es probable que en la mayor parte de Gipuzkoa continúe una situación de «estabilidad» con predominio de cielos poco nubosos. «Todo el agua habrá caído el sábado, así que el domingo estaremos en fase de estabilización desde las primeras horas del día hasta las últimas. Dejará de llover, pero no creo que suban las temperaturas».

El ambiente gris y nublado que habrá dejando como consecuencia la jornada anterior, continuará así por lo que no se espera que se pueda disfrutar del sol. «¿Día de playa? El agua del mar estará a 23 grados, pero la del aire no va acompañar, así que no será tiempo de estar en la playa».

La previsión es que el cielo se vaya despejando a medida que avance la jornada antes de un lunes de verdadero verano. El comienzo de la nueva semana disparará el mercurio en el litoral hasta los 34 grados, temperaturas que incluso podrían alcanzar los 39 en zonas del interior. Entonces sí será momento de volver a sacar el bañador y la sombrilla.