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«De repente he visto cómo varios policías rodeaban un coche y uno de ellos encañonaba con su arma al conductor», contaba ayer por la ... mañana a este periódico un testigo presencial de la espectacular operación policial desarrollada a primera hora de la mañana en Irun. La redada llevada a cabo en conjunto por la Policía Nacional y la Ertzaintza permitió la detención de tres varones, uno de ellos de nacionalidad británica, al parecer por estar relacionados con una organización especializada en el robo de joyas, si bien fuentes policiales no han querido dar detalles sobre este extremo. La operación se desencadenó después de que dos de ellos se negasen a entregar su documentación en el hotel de la ciudad fronteriza en el que se habían alojado, lo que hizo despertar las sospechas de la Policía.
Todo ocurrió sobre las 8.40 horas cuando los agentes sorprendieron a dos hombres mientras fumaban en la puerta del establecimiento hotelero. Sin mediar palabra, dos policías procedieron a apartarlos unos metros del lugar para su posterior detención mientras varios de sus compañeros, vestidos de paisano, vigilaban los movimientos del tercer sospechoso, que se había subido en un coche de alquiler blanco con matrícula española. Así, a las 8.44 horas, los agentes dieron el alto al conductor, al que pidieron que se bajase del vehículo en una escena de tensión.
«Ha sucedido todo muy rápido, parecía una escena de película», aseguraba otro testigo que se encontraba tomando un café en las inmediaciones donde ocurrieron los hechos. En un primer momento Policía Nacional y Er- tzaintza procedieron al registro del automóvil y una vez terminada la inspección del mismo se dirigieron hasta la habitación en la que estaban hospedadas estas tres personas. Al parecer, no encontraron nada en su interior.
El inicio de esta operación tuvo lugar la pasada madrugada cuando, sobre la una de la mañana, uno de los detenidos accedió al hotel pidiendo una habitación triple. Tras entregar su documentación, se le solicitó la de los otros dos huéspedes, por lo que salió a la calle en su búsqueda. Una vez dentro los tres, dos de ellos dijeron tener su pasaporte en el coche y que harían entrega del mismo con posterioridad, por lo que subieron todos a la habitación.
El hotel, cada día sobre las 1.15 horas, tiene la obligación de facilitarle a la Ertzaintza un archivo con los datos de todas las personas alojadas en el hotel. Por motivos que se desconocen, apenas unos minutos más tarde los agentes se personaron en el lugar, siendo detenidos por los agentes los dos indocumentados. El tercero, que sí había entregado su pasaporte, permaneció en el hotel. Más tarde, los dos arrestados volvieron al hotel hasta que por la mañana todos fueron detenidos.
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