Trajes de Novio Neu, elegancia de los pies a la cabeza

El novio atrae menos focos que la novia, pero este debe estar a la altura de las circunstancias. Un buen traje, con sus correspondientes complementos, es imprescindible para que la imagen sea la correcta.

En NEU llevan diez años haciendo de cada prometido una experiencia única, seleccionando los trajes que mejor se adaptan a cada uno de ellos para que nada falle el día más importante de sus vidas. Al frente de este comercio donostiarra está Julen Maiz, todo un experto en la materia, que lleva más de 30 años asesorando novios y acercando cualquier novedad que pueda ser relevante.

Lo que el tiempo ha demostrado es que NEU ha encontrado en la sastrería su aliada. Guiado por las tendencias de ceremonia, Julen Maiz, cada vez más, apuesta por las colecciones propias, aquellas que se ajustan al novio y cliente guipuzcoano. En este sentido, se apuesta por líneas sartoriales, muy italianas, ajustadas, pero con las técnicas de sastrería de toda la vida. Tejidos elegantes y sobrios en los que no destaca en exceso ninguna prenda sobre el resto del conjunto, sino que conviven en sintonía. Ahí radica la elegancia de los novios con sello NEU.

Uno de los detalles a tener en cuenta en los trajes es la largura de los mismos. Semichaqué, chaqué, esmoquin… opciones varias que derivan en un mismo concepto: sentirse uno mismo y buscar la elegancia con un traje que le quede a uno como un guante. Otro aspecto determinante es el color y, en este sentido, la tendencia es ir acercándose al negro, predominando todavía los tonos azules oscuros y los grises. Eso sí, todo con tejidos naturales, lanas frías y puras lanas. En NEU tienen claro que buscan productos que sean de una producción consciente con el medioambiente y con el empleo. Que fomenten la sostenibilidad desde el inicio de la cadena, desde el propio tejido, de ahí que se trabaje con tejidos italianos, ingleses, ses y alguno nacional.

También hay que tener en cuenta la importancia de los complementos. Todo suma para que la imagen sea la correcta. Fundamental es el chaleco, para ese traje de tres piezas que tanto gusta, más elegante, del mismo color que el traje o bien con un pequeño contraste. Todo ello buscando la máxima expresión de la frase «Menos es más», porque en la sencillez radica la elegancia.

Lo que ha cambiado de un tiempo a esta parte es la relevancia de las pajaritas, que han perdido presencia en los novios, salvo en el esmoquin, a costa de la corbata -la medida estándar es de ocho centímetros- o el corbatón. A esto se suma un cinturón o tirantes, gemelos y un calzado del mismo color para no llamar la atención.

Por último, están los cuellos semi-Mao, que van asociados a las chaquetas sin solapas, con toques italianos especiales, lisos o con estampados, por ejemplo, en las americanas.

En NEU se trabaja el vestuario desde cero, con un patrón específico para cada novio, basado en los modelos que el novio prueba en la tienda. Por ello es importante acudir con tiempo, para poder analizar al detalle cada uno de los aspectos. La experiencia de Julen Maiz indica que cuatro meses es el margen adecuado para poder trabajar con tranquilidad.

A partir de ahí, todo con cita previa, se toman las medidas al novio, en una primera sesión que suele rondar los 60-90 minutos de duración. Pero no será hasta la semana de la boda cuando se hace la entrega definitiva del traje, tras otras dos pruebas anteriores.

Una atención personalizada en busca de un traje que encaje a la perfección con el novio para que este se sienta único el día de su boda.