Borrar
Oksana Slavych besa a su nieta Zlatka en presencia de su nuera, Alina. oskar ortiz de guinea
Guerra Rusia - Ucrania

«¡Saluda a tu abuela, Zlatka!»

dv viaja en el convoy de dya ·

Oksana pudo abrazar a su nieta en el campo de refugiados de Przemysl de donde hoy regresa el convoy de DYA Gipuzkoa con 17 refugiados que inician una vida lejos de la guerra

Oskar Ortiz de Guinea

Przemysl (polonia)

Jueves, 10 de marzo 2022, 06:38

La zona de recepción de refugiados en Przemysl, junto a la muga ucranio-polaca, es un hervidero permanente de personas. Da igual la hora que ... sea, siempre que no sea entre las 19.00 y las 6.00, cuando está decretado el toque de queda en Ucrania y el paso se cierra. Centenares de almas dejan a su espalda la guerra tras cruzar la frontera a pie. Caminan hacia la incertidumbre, en medio de un pasillo de tenderetes y mostradores ambulantes, donde decenas y decenas de voluntarios se desviven por brindarles un gesto afable y algo caliente que ayude a empezar a digerir la patada que les ha dado la guerra. Si es que semejante trance es posible de rumiar. «Yo quería empezar un día mi propia vida, pero no ahora ni de esta manera», suelta su rabia Ania. Esta joven de Kiev, de 20 años, pasó varios veranos en Errenteria y es una de las 17 refugiadas recogidas ayer por el convoy fletado por DYA Gipuzkoa. Todas son mujeres salvo algún niño y un joven de 23 años, Ivan, uno de aquellos niños de Chernóbil que creció durante varios veranos en Gipuzkoa. Padece unos problemas coronarios que ha maldecido en más de una ocasión, cada vez que lo han operado a vida o muerte, pero que esta vez le han salvado de verse alistado por el ejército ucranio, como sucede con infinidad de varones entre 18 y 60 años.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¿Tienes una suscripción? Inicia sesión

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco «¡Saluda a tu abuela, Zlatka!»