En su diseño aparecen más líneas rectas pero el tamaño, la rotundidad de las formas, y la presencia visual de algunos elementos ponen el listón ... muy alto. Desde la enorme parrilla, con 'Ford' bien presente en la parte delantera de faro a faro, los propios faros LED con luz diurna en forma de C, las robustísimas taloneras laterales de acero con el logotipo Raptor, la barra de protección tras la cabina, o los enormes neumáticos en medidas de 285/70 con un buen taco calzados sobre llantas de 17 pulgadas, todo puede llamar la atención a cualquiera. Destaca, además, por la práctica y muy resistente persiana metálica para la caja con accionamiento eléctrico de serie, para abrir bien desde dentro o desde un interruptor en el lateral izquierdo de la propia caja.
La zona de carga es aún más amplia que antes (cabe un palet), está bien protegida con pintura resistente, cuenta con zonas de anclaje y raíles para fijar sujeciones. Además, tiene puntos de conexión para herramientas eléctricas como buen vehículo de trabajo que también es.
Dentro asoma un habitáculo quizá inesperado por equipamiento, materiales y estética para la pick-up más radical del mercado.
Lleva asientos específicos de esta versión Raptor, tapizados en piel, más envolventes y con ajuste completamente eléctrico, con mucho mullido y bastante cómodos. El volante es de piel perforada y con levas detrás, además de los ya conocidos mandos multifunción.
Tecnológicamente, aparece el sistema Ford SYNC 4 con una destacada pantalla táctil de 12 pulgadas en formato vertical totalmente integrada en el salpicadero, y que varía su visualización en función del modo de conducción utilizado, con unos menús son muy intuitivos, y permite usar Apple CarPlay o Android Auto inalámbricos sin perder de vista las funciones del coche. No es la única superficie que muestra información, pues se completa con una instrumentación digital de 12,4 pulgadas con muchísimos datos.
Motor diésel con garra
Su propulsor en un diésel 2.0L Bi-Turbo, que ofrece una potencia de 210 CV y 500 Nm de par, que se combina con una transmisión automática de 10 velocidades y tracción total. Esta mecánica diésel tiene una entrega de par muy progresiva y con mayor presencia a bajas revoluciones. Estamos con un vehículo puramente todoterreno y esa inmediatez se aprovecha principalmente en el campo y a velocidades reducidas. Además, la transmisión automática de diez velocidades le hace justicia a la mecánica y funciona de manera muy suave.
Los modos de conducción presentes son Normal, Deportivo, Resbaladizo, Barro/Baches, Arena, Baja y Lento/Rocas. Cada uno actúa sobre el comportamiento del acelerador, el control de tracción, los ajustes del chasis, el ABS, los modos de tracción (2H, 4H, 4L) o los bloqueos del diferencial. Lógicamente, la tracción es a las cuatro ruedas, para moverse con facilidad por el campo. Su precio desde 67.200€.
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