Borrar
Begoña Santos posa en el interior de lo que queda de su vivienda de 50 metros cuadrados, en la zona donde se encontraba la cocina que reformó el año pasado.

Ver 23 fotos

Begoña Santos posa en el interior de lo que queda de su vivienda de 50 metros cuadrados, en la zona donde se encontraba la cocina que reformó el año pasado. FOTOS: IÑIGO ARIZMENDI

«El fuego destrozó el piso y nos hemos quedado con lo puesto»

Tras ver cómo su piso de Errenteria ardió hace doce días y luego le entraron a robar lo poco que se salvó, Begoña Santos y sus hijos pelean por hallar una vivienda en alquiler, pero «está dificilísimo»

Sábado, 6 de abril 2024, 02:00

«Nos hemos quedado con lo puesto». Y pocas veces esa expresión resultará tan literal como en boca de Begoña Santos. «Me quedé con el ... abrigo, las bragas que llevaba puestas y el uniforme de trabajo, porque así salí vestida de casa por la mañana». Eso es lo único que esta vecina de Errenteria conserva de su vida anterior, la que ardió en el incendio de su vivienda, en el centro de la localidad, el pasado 25 de marzo. Lo poco que se salvó, dentro de una mesilla chamuscada, fue robado durante la noche del día después. «Mis hijos y yo lo hemos perdido todo», agrega esta mujer de 46 años a la puerta de su piso, completamente calcinado. «¡Uff! Aún lo veo y se me encoge el corazón», confiesa ante la puerta de entrada en una visita con este periódico al lugar al que espera regresar «en cuanto pueda». Por delante se intuyen unos largos meses para la rehabilitación integral, y por el momento se ha dado de bruces con la difícil tarea de localizar una vivienda de alquiler en la que salir del paso, ya que la oferta es escasa y la demanda, «altísima». Se le ve afectada, pero también destila un carácter que le permitirá salir adelante. «Bueno, de día trato de estar fuerte, sobre todo por mis hijos, para los que quiero encontrar un hogar. También he recibido mucho apoyo del pueblo. Pero por la noche, cuando apago la luz, se me hace muy largo». Su cabeza bulle, y aunque le otorga «mucha tranquilidad saber que el cortocircuito fue fortuito», en la cama le viene «una y otra vez» la oscuridad del hollín. Y entre cabezada y cabezada, sueña con poder alquilar un piso.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¿Tienes una suscripción? Inicia sesión

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco «El fuego destrozó el piso y nos hemos quedado con lo puesto»