Grutas de Bétharram, en el corazón de los Pirineos ses

El mundo subterráneo os espera impaciente por mostraros las galerías y esculturas que va moldeándose por el agua al hilo de los siglos. Una gran galería de esculturas naturales con formas sorprendentes, creaciones llenas de luz y sombras revalorizan las impresionantes formas geológicas, alternando con estalagmitas, estalactitas, columnas…

Las diferentes salas se van sucediendo: la poza de las Naïades, la sala de los espejos, la sala de las columnas entre otras van mostrando toda su riqueza natural, dando rienda suelta a la imaginación a lo largo de una visita que dura 1h 20 minutos.

Descendiendo por la sima llama la atención la sala del Claustro Romano, donde se encontrarán con un río subterráneo por donde navegar.

El final de la visita a las grutas termina en barco subterráneo y con un trenecito que se va deslizándose hacia la salida a través de 700 metros. Los más pequeños disfrutarán de este viaje al centro de la tierra, que tampoco dejará indiferente a los más adultos.

Esta atracción subterránea es única en Europa. Según salimos del edificio construido en 1924 de estilo «art-déco», donde podrán encontrar todo tipo de recuerdos: minerales, fósiles y tarjetas postales…