Maroto zanja el rumor: «Me quedo en Vitoria»

El primer día de la nueva Corporación de Vitoria, cuando Gorka Urtaran convocó a la nueva junta de portavoces, faltó el líder del grupo más numeroso de la oposición. Javier Maroto, exalcalde, derrotado por el pacto de PNV, EHBildu, Podemos e Irabazi en la sesión de investidura del sábado, estaba ya en Madrid. A la reunión, en la que se trataron apenas unos cuantos temas organizativos, acudió su número dos, Leticia Comerón, a quien todos sitúan como 'delfín' de Maroto y cabeza del PP municipal cuando él falte.

La ausencia del exregidor se le afeó en algunos círculos, pero Maroto estaba en Madrid participando junto a Alfonso Alonso, exalcalde como él, ministro de Sanidad y presidente del PP de Álava, en un desayuno político convocado por una agencia de información. Allí habló Maroto para acusar al PNV alavés de "retorcer la voluntad de los vitorianos", pero también para lanzar su primer mensaje en clave nacional. Eligió a Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, como diana de sus dardos, y le preguntó si los socialistas entrarán a un gobierno, el de Urtaran, que lo es gracias a EHBildu.

Maroto no es un desconocido en la capital española. Han sido conocidas, y comentadas en algún caso, sus participaciones en programas de debate y de información nacional en La Sexta, Antena 3 y otras cadenas nacionales. La polémica por las ayudas sociales y sus palabras sobre los inmigrantes magrebíes le abrieron esa puerta cuando la controversia saltó desde la escena local a la regional (al Parlamento), y de ahí a la nacional. Maroto capeó sin excesivos problemas esas apariciones en la televisión, consciente de que su mensaje sobre los supuestos abusos cautiva a un sector del público más allá de sus posiciones políticas.

Esta martes, Maroto sigué de touneé por las cadenas de ámbito nacional. Ha estado en Antena 3, en el programa Espejo Público, de Susanna Griso, donde ha tenido que volver a explicar su postura sobre el fraude y las ayudas sociales y, en clave política, ha vuelto a elegir a Pedro Sánchez como centro de sus críticas. En plena remodelación del Gobierno Rajoy, y con un padrino como Alfonso Alonso, hay quien se ha apresurado a situar a Maroto entre las nuevas figuras de la escena política nacional. ¿Un ministerio? Quién sabe. Maroto ya indicó en campaña que no es partidario de que los exalcaldes estén en la oposición tras su mandato, aunque hoy poy hoy afirma y reitera que en su cabeza no hay otra cosa que seguir en Vitoria. "¿Será Javier Maroto uno de los elegidos por Mariano Rajoy?", se planteaba esta misma mañana Griso en su programa.

-¿Ahora que no es alcalde, le seduce Madrid?, le preguntó la periodista.

-"A mí lo que me seduce es Vitoria", ha contestado Maroto. "Mis compañeros en la ciudad, lo tienen muy claro. Es mi vocación, lo que me llena y lo que me gusta. No obstante, puedo estar al servicio de la ciudad en el Ayuntamiento, en el Parlamento o donde lo quieran. Pero siempre con ese objetivo de defender lo que llevo dentro, y lo que llevo dentro es Vitoria".

-Alfonso Alonso está en todas las quinielas.

-"Los dos tenemos una virtud. Frente a los rumores, nos gusta la prudencia", dijo, antes de seguir elogiando la capacidad de trabajo del exalcalde.

El propio regidor ha querido insistir en este mensaje a otros medios locales. Entre ellos, a Radio Vitoria, al que ha dicho en antena: "Mi compromiso es firme con Vitoria. No soy de los que abandonan el barco". Lo cierto es que, a pesar de su desalojo de la alcaldía, Maroto fue el único candidato popular que consiguió crecer en votos en las pasadas municipales. Y eso, en Génova, quizá quiera decir algo.