Uno de los actos de Gure Esku en una cumbre del Pirineo, el pasado sábado. DV

La vía escocesa y Gure Esku meten presión a PNV y Bildu para abrir el debate del estatus

Ambos partidos debaten sobre la idoneidad y viabilidad de una estrategia de mayor perfil soberanista

Alberto Surio

San Sebastián

Jueves, 7 de julio 2022, 06:58

La vía reiniciada en Escocia para un segundo referéndum de independencia en octubre de 2023 y el movimiento de Gure Esku –visualizado este pasado fin ... de semana con una cadena de luces en las cumbres de los Pirineos– empiezan a meter una paulatina presión a PNV y EH Bildu para que activen en los próximos meses, antes de 2024, el debate parlamentario del futuro estatus del autogobierno, aparcado en este momento por una falta de mayoría clara que impulse una reforma que resulte viable con la legalidad.

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Ambos factores, sobre todo, pueden condicionar a EH Bildu, lo que, a su vez, empuja al PNV a no dejar la bandera del derecho a decidir solo en manos de la izquierda abertzale. Pero en ambas formaciones se libran sendos debates internos sobre la idoneidad, oportunidad y viabilidad de una estrategia de mayor presión soberanista, aún escaldadas por el fracaso del procés catalán y en una coyuntura europea mediatizada por la guerra de Ucrania y una creciente incertidumbre económica. En el primer caso, a los jeltzales les preocupa poner en marcha una dinámica sin suficiente soporte social y legal que conduzca a la frustración y 'queme' con frivolidad una oportunidad histórica. En EH Bildu inquieta en la práctica volver a la dinamica de bloques identitarios y dar un volantazo a un discurso de perfil social que parece funcionar en su apertura a nuevos sectores.

El lehendakari, Iñigo Urkulllu, ha dejado en manos de los partidos la iniciativa, aunque él se muestra partidario de una revisión del marco actual que concite una amplía mayoría transversal y que ensanche el consenso que recibió el Estatuto en 1979. El caballo de batalla se centra en la inclusión o no del derecho a decidir, rechazado de plano por los partidos no nacionalistas (PSE y PP) y defendido por los nacionalistas con diferentes matices.

Europeísmo sin matices

El debate en el PNV estriba entre quienes defienden un proceso realista de reforma estatutaria para adecuar la Carta de Gernika a la realidad europea, blindar el autogobierno y las competencias –y permitir de paso el respaldo del PSE– y quienes pretenden ser más ambiciosos e ir más lejos. En todo caso, la dirección del PNV emite nítidas señales de que atenderá al principio de realidad desde una defensa activa y militante de la Unión Europea, y en el escenario que marca la guerra de Ucrania. En Escocia, la consulta anunciada por su ministra principal, Nicole Sturgeon, es rechazada por el Gobierno de Londres y depende al final de la decisión de los tribunales británicos.

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La coyuntura europea por la guerra de Ucrania y la creciente incertidumbre económica enfrían las expectativas

Gure Esku busca que tanto PNV como EH Bildu respalden en el Parlamento Vasco entre este año y el próximo un proceso para que la ciudadanía vasca pueda decidir su futuro mediante diferentes formas de participación política que serían reafirmadas en una consulta. Los jeltzales, que apoyarán la participación de Gure Esku en una comisión parlamentaria, se han comprometido a estudiar la iniciativa.

El debate también puede extenderse al ámbito de Elkarrekin Podemos, en donde la defensa del derecho a decidir convive en este momento con una sensación de que hay que marcar con mayor claridad el espacio de la izquierda frente al independentismo.

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En este contexto, Eusko Ikaskuntza ha abierto una discusión académica sobre la posibilidad de una nueva directiva de Claridad en la Unión Europea que posibilite jurídicamente el ejercicio del derecho a decidir en las naciones sin Estado como una garantía de estabilidad del proyecto europeo.

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