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Fumata blanca en el PP. Alberto Núñez Feijóo zanjó este lunes el runrún interno que desde hace días había puesto en guardia a los populares ... y anunció ante la plana mayor del partido su intención de adelantar para el 5 y 6 de julio en Madrid el congreso nacional en previsión de un eventual adelanto electoral, que hoy por hoy no contemplan en el Ejecutivo. «Vamos a pasar del cónclave del Papa al cónclave del PP», ironizó el líder conservador ante sus barones autonómicos tras defender que la formación tiene que estar preparada para «hacer frente en las urnas a Pedro Sánchez» y diseñar desde ya una alternativa de Gobierno «definitiva, sólida y decidida».
La decisión estaba muy madura, tanto que su equipo reservó el espacio en el recinto ferial de Ifema el 11 de marzo. Incluso lo había consultado semasn atrás con los dos expresidentes del Gobierno, José María Aznar y Mariano Rajoy, con los que Feijóo tiene línea directa. Hoy fue el turno de los presidentes autonómicos, a los que llamó por teléfono esta misma mañana, y del resto de líderes territoriales y también del comité de dirección. El objetivo del congreso, según explicó, es iniciar el próximo curso «de manera operativa» y con una «ponencia política» que defina las prioridades políticas y «otra de Estatutos» que marque el funcionamiento interno.
Aunque Feijóo ha reconocido en público y en privado que Sánchez está decidido a atornillarse «cueste lo que cueste» en el sillón presidencial, «no se fía» de su rival y prefiere acelerar los plazos para relanzar al partido. Hasta la fecha, el planteamiento del líder gallego era celebrar el congreso nacional «cuando toca», es decir, en primavera de 2026 y así lo reiteraban hasta hace dos meses en su equipo. Ahora defienden que con las elecciones de Castilla y León y Andalucía en el horizonte es preferible cerrar esa capítulo cuanto antes. «El momento orgánico -insisten- es ahora». «Visto así tiene sentido», ite uno de los dirigentes territoriales con mando en plaza. «Al no esperar al año que viene acaba con el ruido interno que podría generar», ite otro, este sin bastón de mando.
Una convocatoria que, en cualquier caso y conforme a los estatutos, debe ser ratificada el próximo lunes por la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos. Una vez puesto en marcha formalmente el proceso, el siguiente paso será la designación de un comité encargado de preparar el cónclave. Génova pretende ir anunciando de forma paulatina los nombres de sus integrantes, así como de los responsables de las ponencias.
Feijóo abre así el melón orgánico y del debate de ideas como le reclamaban varios dirigentes para fijar la posición del PP en asuntos que, estos últimos ocho años, han evitado, les han incomodado o sobre los que han mostrado posiciones internas divergentes. Es el caso de su relación con Vox, la cuestión territorial, la eutanasia o la inmigración. «Los debates no nos preocupan. Si nos preocupara el debate no haríamos un congreso extraordinario pero con ponencias», aseguran desde su entorno.
El líder gallego fue elegido presidente del PP en el congreso extraordinario celebrado en abril de 2022 en Sevilla tras la guerra abierta entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Un cónclave que, por su carácter excepcional desde el punto de vista orgánico, no permitía una discusión ideológica ni cambios estatutarios. El último congreso ordinario se celebró en febrero de 2017, cuando se eligió a Rajoy como sucesor de Aznar. «Este Gobierno está ya en su cuenta atrás, dure lo que dure», recalcó Feijóo, que incidió en la idea de que España necesita «con urgencia» un tiempo nuevo y «tenemos que estar listos para liderarlo».
Isabel Díaz Ayuso enterró cualquier posible debate sobre el liderazgo en el PP al cerrar filas junto al resto de líderes territoriales en torno a Alberto Núñez Feijóo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, que no pudo asistir al comité ejecutivo en Génova por problemas de agenda, se apresuró a dar su apoyo a Feijóo una vez que se conocieron sus planes de precipitar el congreso nacional en julio y dejar claro que no tiene intención de disputarle el liderazgo del partido, al menos de momento. «Es el cambio imprescindible para España», remarcó en un mensaje en sus redes sociales. Un liderazgo que, en cualquier caso, a día de hoy nadie en el partido discute.
Ayuso celebró la convocatoria de un cónclave que se había adelantado a pedir esa misma mañana ante el «runrún interno». Lo dijo en un acto al que asistieron entre otros de la dirección nacional, la secretaria general, Cuca Gamarra o el portavoz en el Congreso, Miguel Tellado. «Ahora que ha empezado el runrún –dijo– sí que hay que acelerarlo porque si no, al final, pues opina aquí todo el mundo menos los protagonistas». Una cita que, en su opinión, dará la oportunidad a Feijóo de «convencer» a los ciudadanos de que «hay un proyecto alternativo al caos» que representa Pedro Sánchez.
Al igual que Ayuso, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que tampoco pudo acudir a la reunión en Madrid defendió el paso dado por Feijóo. Es el «momento adecuado» para la celebración de un congreso, señaló, del que saldrá una nueva ejecutiva y el programa con el que el PP se presentará a las próximas elecciones generales.
«Vamos a estar todos con él», aseguró, por su parte, el mandatario de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que sí pudo estar presente en el comité. Al igual que el presidente andaluz, Juanma Moreno; el aragonés, Jorge Azcón o la extremeña, María Guardiola.
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