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En esto del fútbol es fácil pasar de la euforia y el éxtasis absoluto, a la desesperación y penumbra total. Bastas dos resultados buenos, ... dos grandes partidos, para encumbrar al equipo y a sus jugadores; y dos derrotas, para comenzar a a lanzar sapos y culebras sobre el entrenador, el delantero que no mete goles o la defensa que hace aguas.
Con la Real no han sido dos, sino tres derrotas seguidas en Liga, que han empezado a hacer dudar a más de un parroquiano. Pero hay mucha luz en medio de esta aparente sombra en el equipo txuri-urdin. Les cuento.
Este comienzo de campaña (estamos a finales de septiembre y queda mucho, mucho) tiene muy buenas noticias. Se está sembrando para un futuro muy cercano en el que pronto se verán los resultados. Porque la plantilla es cada vez más larga.
Donde antes había dos centrales, ahora hay cuatro. Las lesiones de Iñigo y Navas han permitido a Aritz Elustondo concatenar una serie de partidos que le han consagrado como un recambio solvente para los dos centrales titulares. Por su parte, Diego Llorente ha demostrado en pocos partidos que la Real no se ha equivocado con su fichaje: defiende bien, saca el balón jugado y, de propina, mete goles.
Estos primeros partidos también han servido para dar minutos a otros jugadores, como Kevin Rodrigues, en el que Eusebio y tiene puestas muchas esperanzas pero que, recordémoslo, el año pasado apenas acumuló minutos en Primera División. Estos partidos le van a servir para asentarse en la categoría y corregir esos desajustes que haya podido haber. Hay que darle tiempo.
Y en el centro del campo, otro tanto. Zubeldia ya ha debutado este año en Liga con buena nota y puede ser el recambio ideal para dar descanso a Illarramendi, el faro que guía a esta Real. Bien es cierto que con Zubeldia en el campo todavía no se ha ganado, pero tiempo al tiempo. La temporada es muy larga. Pronto saldrá ovacionado.
En el ataque, el fondo de armario es tan grande, que cuando no brilla Vela, lo hace Juanmi, Willian José u Oyarzabal, que el domingo pasado regresó tras lesión de forma brillante. Repito: hay mucha luz, a pesar de que a Januzaj todavía le falta algo para trenzar en esa banda con el incombustible Odriozola.
Eso sí, al margen del examen jugador por jugador, otro aspecto que da confianza y luz es que la Real se mantiene fiel a su estilo. Sale a dominar los partidos. A ganar. Y ataca y ataca hasta el pitido final.
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