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Zubieta es la base sobre la que construir la Real Sociedad. De lo que la entidad txuri-urdin sea capaz de producir en sus ... instalaciones dependerá la estabilidad de su futuro, la solidez de los diferentes proyectos que vayan naciendo. Zubieta debe marcar el suelo del equipo realista y son los refuerzos quienes marcan el techo, lo que no quita para que canteranos de primer nivel puedan ayudar a que ese techo sea todavía más alto, como lo han hecho en las últimas temporadas Oyarzabal, Zubimendi o Le Normand, entre otros. La dirección de fútbol acertó de pleno con fichajes como Isak, Odegaard, Silva, Merino, Kubo, Brais o Remiro y la Real se codeó con los mejores equipos de Europa y ganó una Copa del Rey.
En los últimos tiempos esos refuerzos que han ido llegando no lo han sido tanto y, aún así, el equipo ha seguido siendo competitivo, como ha sucedido esta misma temporada en la que ha sido la gente de casa la que ha tirado del carro, sobre todo en los últimos meses en las que el bajo rendimiento de varios fichajes y las lesiones han condicionado el desempeño de un equipo que no ha podido repetir clasificación europea pero que ha sido capaz de pelear simultáneamente hasta en tres competiciones, estando a escasos minutos de una nueva final copera.
Este verano en el que se marcharon piezas importantes como Merino y Le Normand, el equipo se reforzó con Javi López, Aguerd, Sucic, Óskarsson y Sergio Gómez; y además Jon Mikel Aramburu, Jon Martín y Pablo Marín adquirieron estatus de futbolistas del primer equipo, respondiendo los tres a la confianza con un rendimiento sobresaliente. A ellos hay que sumarle la aparición en estos últimos meses de Arkaitz Mariezkurrena o las buenas prestaciones que ha tenido el meta Unai Marrero cada vez que Imanol le ha dado la titularidad. Ellos, junto a los Zubeldia, Aritz, Aihen, Zubimendi y Oyarzabal, pero también junto a los Remiro, Brais o Kubo han sujetado al equipo, sobre todo en el último tercio de la temporada en la que la aportación de los refuerzos ha sido residual.
Futbolistas que habían llegado para dar ese salto de calidad prácticamente han desaparecido del mapa en los últimos meseses. Es el caso de Nayef Aguerd, pieza importante en la zaga hasta febrero y que sólo ha jugado dos partidos de Liga en los últimos tres meses, ante Sevilla y Athletic, además de 27 minutos hasta que se lesionó en el Santiago Bernabéu en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey ante el Real Madrid.
Su baja y la lesión en el pubis de Pacheco dieron a Jon Martín la continuidad que Imanol le había negado en los meses anteriores y el lasartearra, aun con algún error puntual, ha mostrado una versión solvente que a más de uno le ha llevado a preguntarse por qué no ha gozado de más oportunidades de las que ha tenido porque, hasta el mes de marzo, Martín había jugado el encuentro de Copa ante el Conquense, dos partidos y medio en la Europa League y 224 minutos en Liga. Y eso que Jon Pacheco, de quien se esperaba diera un paso adelante, tampoco ha tenido continuidad en las alineaciones.
En el lateral izquierdo Javi López no ha cumplido las expectativas, estando incluso por debajo del nivel de Diego Rico. Traoré, lesionado de gravedad el 1 de septiembre en Getafe, no ha reaparecido hasta marzo después de seis meses parado, lo que unido al estado físico de Álvaro Odriozola, que no juega desde el 30 de enero ante el PAOK por diferentes problemas, ha obligado a Imanol a exprimir a un Aramburu que ha compaginado la Real con sus convocatorias con Venezuela y que sólo con la vuelta de Traoré a la competición ha podido coger algo de aire.
En la medular Luka Sucic, que ha sido bandera de la irregularidad, se lesionó en la rodilla ante el Midtjylland a finales de febrero cuando mejor estaba. En marzo estuvo casi inédito y en abril y mayo sus prestaciones han sido muy bajas, lo que unido a la ausencia de Brais por su fractura metatarsiana dieron galones a Pablo Marín, inédito la pasada campaña y que desde febrero lo ha jugado todo siendo titular en 17 de los 22 partidos que ha disputado la Real en este tiempo. Olasagasti y Turrientes, éste en menor medida, también aprovecharon estas ausencias para ganar protagonismo porque Zakharyan, lesionado en pretemporada, tampoco ha podido aportar, ya que ha jugado 78 minutos en cuatro encuentros en los que, eso sí, marcó un gol ante el Leganés.
Así que sin Merino, uno de los faros de la Real en el medio campo en los últimos años, con Brais y Sucic mermados por las lesiones y con Zakharyan en el dique seco, la medular txuri-urdin ha tenido que recurrir a Zubieta para sujetar al equipo.
En ataque sólo Kubo ha sido diferencial entre los refuerzos, mientras que Sergio Gómez, que sí ha tenido mucho protagonismo, no le ha dado al equipo ese salto de calidad que se esperaba. Sheraldo Becker ha jugado 83 minutos desde el 26 de febrero y Orri Óskarsson disputó tres partidos entre abril y mayo antes de lesionarse y perderse los cuatro últimos compromisos. A ello hay que unir que el club decidió ceder a principio de temporada a Carlos Fernández para que tuviera los minutos de los que no iba a disponer en Zubieta para ganar confianza y coger ritmo tras sus lesiones; y que Sadiq, con escaso protagonismo en los primeros meses de competición, también fue cedido al Valencia para que volviera a parecerse al delantero que deslumbró en el Almería y por el que el club abonó 20 millones en 2022.
Así que Oyarzabal, siempre Oyarzabal, ha sido con 18 goles el máximo realizador del equipo. Barrenetxea, aunque ha pecado de cierta irregularidad, ha logrado ocho tantos igual que Brais. La aparición de Arkaitz Mariezkurrena en este tramo final ha sido la mejor noticia. El de Astigarraga ha anotado dos tantos pero, sobre todo, ha mostrado que puede ser un futbolista para formar parte de esa base que sostenga a la Real del futuro a la espera de que los refuerzos vuelvan a ser esos futbolistas diferenciales a los que se ficha para elevar el techo del equipo.
Zubieta ha tenido un papel fundamental esta temporada y lo seguirá teniendo en el futuro a pesar de que jugadores como Martin Zubimendi puedan salir de la Real rumbo a otro equipo. Futbolistas como Rupérez, Beitia, Balda o Goti, que renovó en abril hasta 2028, ya han debutado esta temporada con el primer equipo y podrían tener un hueco el año que viene.
Y no hay que olvidar a los jugadores que están cedidos. Urko González de Zárate está siendo fundamental en el Espanyol, qué decir de Jon Gorrotxategi en un Mirandés que aspira al ascenso directo y donde también juega, aunque con un protagonismo menor, Alberto Dadíe. Y luego están Jon Karrikaburu, que aunque no es titular en el Racing de Santander ha podido foguearse en otro de los equipos importantes de la Liga Hypermotion, y Jon Magunazelaia en el Córdoba, donde está teniendo pocos minutos.
Evidentemente no hay sitio para todos, pero alguno formará parte de esa estructura sólida que conforme el armazón de la Real de la próxima temporada.
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