Premio a los viejos rockeros de Arraun

La chispa de la reunificación saltó en el fragor de una cena de homenaje de Arraun Lagunak a los campeones del mundo en 1983, Eulogio Génova y Benito Elizalde. La resaca de la fiesta trajo consigo la palabra de volver a entrenar. Dicho y hecho. Conjuntar el bote fue lo de menos y los remeros tomaron sus posiciones de siempre, con naturalidad. Aunque habían mantenido la forma física, alguno que otro no había tocado un remo en 25 años. La compenetración fluyó y del entrenamiento pasaron a la competición con un éxito casi inesperado en las primeras regatas. A partir del segundo año el compromiso adquirió mayor seriedad con Elizalde como remero-entrenador. Cuatro sesiones semanales alternando agua y gimnasio, con más trabajo de resistencia física hasta Semana Santa y aprovechando al máximo la luz para entrenar por el Oria desde su campamento base, en Zarautz Arraun Elkartea.

Uno de los hitos de estos arraunlaris fue el triunfo cosechado en 2010 en la regata londinense The Head of the River Race, que replica el recorrido de la 'Oxford-Cambridge' en sentido contrario. Arraun Lagunak se impuso ante 200 embarcaciones de veteranos de todo el mundo. El motivo de que no hayan seguido remando en regatas internacionales no ha sido tanto la falta de ganas sino la conciliación familiar, ya que entran en conflicto con los calendarios estivales.

El dominio merecedor del premio se ha dado en aguas de la península, donde diez Campeonatos de España consecutivos les contemplan. Resultados que han vuelto a reescribir el palmarés de una cuadrilla con campeones mundiales, de La Concha y algún que otro sexagenario entre sus filas.

«Tendré que sacar el traje del armario», comentaba Génova en vísperas del evento. «El mío es azul marino, como el mahón de los arrantzales, los primeros remeros». Hoy parten temprano hacia Madrid para recoger un premio que además de dedicar a sus familias quieren brindar a tres personas especiales. Benito Elizalde cita a «Cañete, el remero sevillano fallecido que da nombre a nuestro bote, a Martín Berasategui, que remó con nosotros en cadetes y nos ayuda un montón, y a Josetxo Fernández 'Belarras', que en el Muelle de Donostia nos enganchó al remo y nos alejó del mundo de la droga que hizo estragos en nuestra juventud». La noche será joven. «Cenaremos y celebraremos un poquito, ya que no tendremos que remar».