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Satisfacción entre los habitantes y comerciantes de Martutene al conocer este jueves por DV que al fin se ha concretado la solución que la ... mayoría esperaba para el edificio del antiguo colegio de los Agustinos, en desuso desde 2003 y okupado desde hace tiempo por personas sin hogar, algunas de las cuales han generado problemas de convivencia e inseguridad en el barrio en los últimos meses.
La coordinadora de la asociación de vecinos Sarroeta –que engloba a siete agrupaciones de Martutene–, Laida Etxeberria, aplaude que el Gobierno Vasco haya vendido finalmente el inmueble a la asociación Ortzadar para que esta dé luz en él un centro de Formación Profesional. «Es una muy buena noticia. Sabíamos que las negociaciones estaban avanzadas, pero ver que ya se han concretado nos ha alegrado la mañana», itía en conversación con este periódico.
Valora «muy positivamente» que «se mantenga la parcela educativa y vaya a seguir siendo un centro de Formación Profesional. Va a cumplir una labor social y dará oportunidades a nuestros jóvenes», remarca recordando que «es algo por lo que llevamos mucho tiempo trabajando en la asociación: que la solución que se le fuera a dar revierta en el barrio, y un centro de FP lo hará sin duda, ya que traerá jóvenes, actividad y nuevas oportunidades».
La portavoz vecinal no oculta que la falta de concreción respecto a los plazos que serán necesarios para desalojar a los actuales moradores y puedan comenzar las obras de rehabilitación les inquieta. «Que de momento el edificio vaya a seguir okupado claro que es un problema –subraya– y en un barrio en el que hemos tenido una rotonda provisional durante seis años los tiempos son algo que tenemos muy dentro», por lo que pide a la partes implicadas (Ortzadar, Gobierno Vasco y Ayuntamiento) que les «mantengan informados» de los pasos y avanzaces que se vayan dando.
Etxeberria remarca que no todos los habitantes del antiguo colegio de los Agustinos, mayoritariamente inmigrantes, han causado problemas en el barrio. «Hay chavales con problemas de drogas y delinquen, pero no debemos estigmatizar a un colectivo concreto, porque también hay otros que están aprendiendo castellano y un oficio y hacen lo posible por integrarse».
Por eso considera que «la solución no es echarles del edificio y ya está. Se irán a otro o cambiarán de barrio, pero si siguen en la misma situación nada cambiará. Hace falta una acción integral que incluya inversiones y actuaciones en políticas sociales», recalca. «Que al menos el problema esté bien sujetado a nivel local. Otra cosa serán las cuestiones que exceden el ámbito municipal o autónomico, como las relativas a Extranjería», señala.
El antiguo colegio de los Agustinos es uno de los tres inmuebles okupados por personas sin hogar que más problemas han ocasionado en los últimos meses, junto con Villa Oyón, también en Martutene, y un pabellón industrial situado frente a la antigua fábrica de Zardoya-Otis en Jolastokieta, en el barrio de Herrera. El Ayuntamiento donostiarra trabaja para encontrar una solución a estos edificios. En el caso de Villa Oyón con Laboral Kutxa, propietaria del edificio, y en el de Jolastokieta hay previsto un desarrollo residencial que regenerará el barrio.
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