La tradicional corrida del Día de la Virgen

Siempre se comenta en los mentideros taurinos que quién no torea el quince de agosto poco tiene que decir en el mundo del toro. Este dicho viene a cuento en relación a la propia festividad del día: La Asunción de Nuestra Señora a los cielos, que se celebra como uno de los días festivos más importantes del calendario. Y en todos los lugares, se decía, desde el pequeño villorrio a la gran capital, hay «función de toros». Por eso con tantos festejos, quien no toree en un día como hoy...

Este año en Illumbe la corrida de «el día de la Virgen» es como en tantas ocasiones un tanto peculiar. Un festejo mixto, como he oído comentar a algún aficionado «remixto»: un rejoneador que se despide, un matador de alternativa que retorna y un novillero con caballos que se presenta.

Pero echemos la vista atrás y recordemos algunos otros festejos peculiares en esta fecha. En 35 ocasiones, la mitad de su existencia, El Chofre anunció un festejo de ocho toros el día 15 de agosto. El año de su inauguración, en 1903, se corrieron 8 toros de Murube, dándose la circunstancia de que se produjo el primer percance de un matador en la plaza: 'Quinito' resultó herido levemente no pudiendo hacer el paseíllo al día siguiente. También reseñable la que se dio en llamar «la corrida de la locura» en 1940, en la que se cortaron 10 orejas y 2 rabos con un cartel que muchos aficionados hubiéramos querido presenciar: Marcial Lalanda, Domingo Ortega, Juanito Belmonte y 'Manolete'. Los toros fueron de la entonces muy acreditada ganadería de D. Antonio Pérez de San Fernando, los famosos 'AP'. Desde 1940 a 1955, los toros de esta ganadería se lidiaron en once ocasiones el día de la Virgen. En 1944 fue según la prensa de la época la «apoteosis de Manolete» que cortó dos orejas y rabo a uno de sus 'AP', y en 1955 nuestro torero local José Maria Recondo fue paseado a hombros por la calle Miracruz camino del hotel.

En 1937, se celebró una denominada entonces «corrida patriótica» a beneficio de los soldados del frente y en 1965 el gobernador civil impuso una multa de cien mil pesetas a Julio Aparicio y a Miguel Mateo 'Miguelín' por negligentes, ya que con su «no actuación» estuvieron a punto de provocar un conflicto de orden público.

Quien esto escribe no tuvo ocasión de ver la citada corrida de la locura, pero sí lo que ocurrió en el ruedo el 15 de agosto de 1968. Se corrieron toros del Conde la Corte. Hacía 41 años que no lidiaba la prestigiosa ganadería en San Sebastián, pero Antonio Ordoñez había decidido matar ese año toda la camada. Cortó una oreja en cada toro. Pero el hecho diferencial fue el tercio de varas al cuarto toro 'Musico 160' negro, con mucha cara. La suerte la realizó Alfonso Barroso montando a una yegua 'Duquesa' de la cuadra de 'El Pimpi'. Fueron tres entradas al caballo, tres varas de categoría, por la colocación y por la embestida del toro por derecho, humillando en la distancia y empujando de bravo. Quienes estábamos en la plaza, nos rompimos las manos aplaudiendo mientras Alfonso Barroso abandonaba el ruedo saludando con el castoreño en la mano.

Incluso en Illumbe, el 15 de agosto tiene su propia historia. El año de la inauguración, 1998, el cartel anunciaba toros de Daniel Ruiz para José Miguel Arroyo 'Joselito', Jesulín de Ubrique y José Tomás. La plaza estaba descubierta. Y la tromba de agua que cayó en pocos minutos obligó a suspender el festejo tras la muerte del primer toro.

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