El trabajador del banco robado en Altza no volvió más a su puesto tras el día del atraco a instancias de la Ertzaintza

El atraco fue presuntamente organizado por el empleado que el día del suceso se presentó como víctima, su hermano y una tercera persona amiga de estos. Así lo cree al menos la Ertzaintza, que ha detenido a los tres, quienes el miércoles por la tarde pasaron a disposición judicial.

Hacia las 8.00 horas de aquel lunes a las puertas de la Semana Santa, dos encapuchados abordaron mientras se dirigía a su puesto de trabajo a un empleado de la sucursal que Caixabank tiene en Altza. Era el encargado de la apertura de la oficina ese día. Según la versión inicial de los hechos, los asaltantes se sirvieron de la fuerza y las amenazas hacia esta persona para poder entrar en la sucursal y acceder a la caja acorazada, logrando hacerse con un suculento botín.

Todo fue un montaje, según ha concluido la investigación de la Ertzaintza. La supuesta víctima es hermano de uno de los ladrones. Según fuentes cercanas a la investigación, llevaba poco tiempo trabajando en la oficina. De hecho, no es empleado de la entidad financiera, sino de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT) y estaba haciendo una sustitución. En colaboración con su hermano y un amigo, habría organizado el supuesto asalto para robar el banco.

La Policía autonómica itió el miércoles que la investigación permitió determinar pronto que el relato que había proporcionado el protagonista como presunta víctima tenía «numerosas contradicciones». Al mismo tiempo, se comprobó que esta persona había incumplido el protocolo de seguridad de la entidad en varias ocasiones, lo que levantó las sospechas de los investigadores.

El avance de las pesquisas posibilitó que los dos autores del atraco fueran identificados. Se trata de dos hombres de 23 y 24 años de edad. Y resultó que uno de ellos es hermano del trabajador asaltado, y el otro un amigo de ambos.

Los agentes encargados del caso pudieron determinar que los sospechosos contaban con antecedentes policiales y que acudían a salones de juegos y apuestas con regularidad, así como a otros locales comerciales mostrando grandes sumas de dinero. Esta circunstancia, unida a otras evidencias que les situaban en el lugar de los hechos en el momento del atraco, permitieron su detención. En un registro practicado posteriormente en los domicilios de dos de los sospechosos se hallaron 11.050 euros pertenecientes al dinero sustraído en el atraco, así como una mochila y un guante utilizados durante el robo.

Tanto los dos autores materiales como el cooperador necesario, de 29 años de edad, fueron trasladados a dependencias de la Ertzaintza para realizar las correspondientes diligencias policiales. Una vez finalizadas los detenidos fueron puestos ayer por la tarde a disposición del Juzgado de San Sebastián encargado del caso.