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Más allá del debate político o económico, la reflexión científica sobre el futuro de la red eléctrica, acelerada por el apagón histórico del lunes, apunta ... en la dirección de la integración de las energías renovables a través de determinados sistemas de control. Ahí está el quid de la cuestión. En la regulación y el control. El sector ha superado la disyuntiva del 'renovables sí' o 'renovables no' y se centra en el cómo incorporarlas de manera estable. Es el bien supremo en la red: la estabilidad.
Bien lo sabe Francisco Javier Asensio, sudirector de ordenación académica y relaciones internacionales en la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa de la UPV/EHU. Es miembro del grupo de investigación en sistemas de energía eléctrica GISEL y concluye que «el gran reto es garantizar la estabilidad del sistema eléctrico con una gran penetración de energía renovable».
Para ello, explica, «lo que habría que hacer es sustituir esa inercia física que aportan las máquinas rotativas grandes –de centrales nucleares o térmicas– por una inercia virtual que puedan aportar otras fuentes renovables como la fotovoltaica a través de un control adecuado de los inversores». Cita la técnica del 'Grid Forming', que surge como solución para garantizar la estabilidad de un mix energético, reemplazando la inercia mecánica de las centrales térmicas por inercia virtual basada en convertidores de potencia.
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Asensio señala que «con un control adecuado de los inversores podríamos incluso haber mantenido muchos sistemas aislados y en marcha con su propia red, en forma de microrredes, hasta que se fueran interconectando entre sí para volver al funcionamiento normal».
Se trabaja igualmente ya con «sistemas de almacenamiento, que lo que harían sería amortiguar estas diferencias entre la generación y la demanda de electricidad. Si en un momento se produce de más, lo almacena la batería y si en un momento se incrementa la demanda, lo aporta. No alteraría la frecuencia del sistema, garantizando una operación estable».
El control de la energía es, precisamente, objeto de estudio para Eneko Unamuno, profesor investigador en el grupo de redes eléctricas de Mondragon Unibertsitatea. Se dedica a estrategias de control para los equipos asociados a generación renovable y almacenamiento de energía conectada a la red. «Me dedico a desarrollar estrategias de control de manera que estos equipos de generación y almacenamiento den soporte a la red eléctrica», matiza.
Explica, ante intentos de demonización, que «las renovables tienen el derecho a desconectarse en caso de una anomalía grande en la red, para autoprotegerse y no dañar la instalación. Lo hacen de forma automática y lo tienen permitido por normativa. Otra cosa es si estas renovables y otros sistemas no pudieran dar más soporte a la red. Eso está viniendo. Se está trabajando en ello». De entrada, revela que «ya se han probado técnicas de control en laboratorio para inversores que emulan el compartamiento de un sistema de generación convencional. Se están dando pasos en ese camino».
Mikel Amundarain, director general del Ente Vasco de la Energía (EVE), dibuja una hoja de ruta sin vuelta atrás al asegurar que «la postura del EVE ante las energías renovables es favorable desde su creación hace 43 años». Por ahondar en el concepto, añade que «cuando hablamos de energías renovables estamos hablando de plantas de producción eléctrica (parque eólicos, plantas solares, minihidráulica, instalaciones de autoconsumo, …) y de producción térmica (calderas de biomasa, bombas de calor, …). Todas ellas, grandes, pequeñas y medianas, van a ser indispensables para alcanzar la descarbonización de la economía en el año 2050».
Tras la sacudida generada por el apagón del lunes, comparte la postura de los dos expertos universitarios y sostiene que «ha quedado clara, por si hubiera duda alguna, la necesidad de ahondar en la resiliencia de nuestro sistema energético tanto desde la perspectiva del mix energético como de la adecuada capacidad y arquitectura de la red». Al mismo tiempo, añade «la relevancia de las interconexiones internacionales, por lo que debemos poner en valor el refuerzo a través de la línea submarina que está en construcción que unirá Euskadi con Francia».
A esto se refiere también Unamuno al incidir en que «una de las claves tiene que ver con las interconexiones eléctricas con el continente europeo. Aumentarlas ayudaría a estar más interconectados y a tener una red más robusta. Ante eventos como el del lunes, por ejemplo, todo el continente ayudaría desde la otra punta».
El director de EVE aboga por la modernización de la red. «Lo principal es disponer de una red eléctrica adaptada en cada momento a las necesidades, tanto desde la demanda como de la generación, y que disponga de un servicio con garantías. La futura planificación de las redes eléctricas tendrá que ir en consonancia con estas necesidades. La red debe adecuarse a los objetivos de descarbonización que se indican en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), objetivos que con la red actual son de difícil consecución. Por ello el reforzamiento es vital».
Amundarain vincula el futuro de una red moderna y solvente con el propio crecimiento de la industria vasca. «Disponemos de una red que ha acompañado el crecimiento industrial, así como la modernización y el desarrollo de un estado de bienestar avanzado como el que gozamos. También ha ayudado la localización de Euskadi: estar ubicado en el eje atlántico como parte del corredor asociado a las interconexiones con Francia. Ahora bien, el proceso de descarbonización en el que estamos inmersos, donde nuestra industria requiere más energía eléctrica para consumo directo o indirecto, va a exigir modernizar y ampliar las infraestructuras existente al objeto de dar un servicio con garantías, tanto para las ampliaciones de potencia ligadas a la industria actual como para la nueva potencia que requieran las nuevas empresas que vayan a desarrollar su actividad en Euskadi».
Los expertos consultados emplazan a Gobierno y operadores a cumplir con su responsabilidad para alcanzar una red eficaz. El propio Amundarain señala que «la regulación y el procedimiento planificador de la red eléctrica gestionados por el Gobierno de España tienen que amoldarse a la nuevas circunstancias y necesidades».
Al respecto, Asensio destaca que «debería haber reforma legislativa en cuanto a integración e energías. La integración de renovables tiene que ir asociada a unos mecanismos que garanticen la estabilidad del sistema. Debería regularse en cierto modo para que el que vaya a integrar esa generación, que son las empresas privadas, garanticen esos sistemas de respaldo para alcanzar la estabilidad. Deberían ser las propias empresas privadas que se introducen en el sistema las garantes de esto. Evidentemente, Red Eléctrica debería garantizar la estabilidad más a nivel de alta tensión».
En cualquier caso, unos y otros coinciden al concluir que la incorporación de las renovables no debe ser un problema para la red eléctrica, siempre que se avance en la adaptación y el control de los necesarios mecanismos de estabilización.
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