Nutrición

El sobrepeso infantil se dispara y ya lo sufre el 25% de los niños vascos de entre 6 y 9 años

Hace tiempo que los profesionales sanitarios alertan del incremento de menores y jóvenes con sobrepeso –exceso de kilos– y obesidad –exceso de grasa–. La vida sedentaria, relacionada al mayor uso de las pantallas, y la conocida como 'comida basura' son los motivos principales de este aumento, que ha convertido la gordura en «un problema de magnitud en Euskadi, con claras implicaciones en el desenlace de enfermedades crónicas y en la calidad de ida presente y futura», asegura el plan de salud de Euskadi 2030, que se ha publicado recientemente. Revertir esta situación es uno de los objetivos de 'Pausoz-pauso', que con el apoyo de la unidad de investigación de Atención Primaria de Biodonostia busca tratar el sobrepeso en menores de 9 a 12 años. «Es un programa intensivo de dieciocho horas, que se divide en dos partes: una de nueve semanas de duración con sesiones de 1,5 horas por semana y otra, posterior, que consta de sesiones grupales de apoyo». De momento solo se realiza en Donostia, en unas salas cedidas por el Ayuntamiento de San Sebastián, en colaboración con Osakidetza. Es precisamente en la consulta del pediatra en el ambulatorio donde las familias pueden inscribirse a este programa, que comienza su segunda edición en octubre.

¿Pero qué cambios se ven en los primeros menores que acaban de terminar su participación en la primera edición? «Han mejorado su alimentación. Toman más frutas, más verduras y más harinas integrales, así como menos azúcares y ultraprocesados. Han cambiado sus hábitos», explica Alustiza. Pero no solo eso. También han «aumentado su práctica de actividad física, además de que ahora hacen planes más activos con sus familias los fines de semanas». A fin de cuentas, se trata de un proyecto «familiar», que insiste en el control de las horas de pantalla, «que va unido a la disminución del sedentarismo» y, de este modo, a «una mayor percepción del estado de ánimo de los menores y una mejoría de la autoestima». Como consecuencia, «la motivación para el cambio» es mucho mayor tanto en los niños como en sus familiares.

Para Alustiza, la única forma de combatir la obesidad es «concienciar a la población de la importancia de los hábitos saludables y la actividad física. Pero también de evitar el sedentarismo». Y no solo eso. La pediatra ve «necesaria» la implicación de las instituciones en esta batalla, que puede perjudicar la salud de los menores, y también de los mayores. La prevalencia global de diabetes mellitus en Euskadi en mayores de 18 años ronda el 10,6% de la población y hasta el 21% de los vascos presentan alguna alteración del metabolismo de la glucosa, según los datos recogidas en el plan de salud vasco 2030.

Por eso, habría que «colocar carteles disuasorios en ascensores, limitar las máquinas expendedoras de bollería industrial y refrescos en zonas frecuentadas por jóvenes, educar a la población también en este aspecto o limitar el uso de móviles en el ámbito escolar», entre otras cosas. Y, siempre, predicar con el ejemplo. «Toda la familia debe sumarse a los buenos hábitos para formar a nuestros niños desde la infancia», dice Alustiza. «La única forma es remar todos en la misma dirección y luchando contra la propaganda y difusión de la industria alimentaria y de refrescos con sus anuncios engañosos».

Otro problema, añade la pediatra, sería la «lucha contra la forma de vivir actual. Nos alejamos cada vez mas del agua como bebida principal, el picoteo frecuente que siempre va unido a 'snacks' con alto contenido de grasas poco saludables, exceso de calorías y de sal... Luchamos contra la tendencia cada vez mayor del sedentarismo y horas de pantalla, o contra la aparición de 'días de chuches' y poca gente sabe comer un excelente bocadillo de sardina. Es una lucha de David contra Goliat, y esa lucha ya sabemos quién la gana».

«Basta con mirar a países como Estados Unidos» para ser consciente de lo que puede ocurrir en Euskadi y el resto del Estado en caso de que la situación no mejore. «En EE UU la incidencia de diabetes 2 en adolescentes es una realidad desde hace años. En España ya se observa un aumento de la prevalencia en la población menor de 30 años», explica la experta. ¿Los motivos? «La causa principal del inicio de diabetes tipo 2 cada vez más precoz es el aumento en la prevalencia de la obesidad, que es uno de los principales factores de riesgo en la génesis de la enfermedad unido al sedentarismo y a la presencia de antecedentes familiares entre otros factores».

La «verdadera incidencia» en adolescentes en el Estado «está infravalorada debido a la ausencia de un cribado rutinario. No obstante existen datos que confirman que está aumentando en edades cada vez más precoces y se ha incrementado significativamente en la última década, llevando el camino de Norteamérica», advierte Alustiza, donde es «una enfermedad frecuente desde la segunda década de la vida».