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A estas alturas de la película estamos más que familiarizados con los principales tipos de ataques en internet: correos electrónicos que suplantan a entidades bancarias, ... páginas web fraudulentas, archivos maliciosos camuflados... Nos exponemos a la mayoría de estas amenazas a través de nuestro navegador de internet, aunque rara vez comprobamos sus medidas de seguridad. Es más, la mayoría de s utilizan el que viene instalado por defecto en su ordenador o smartphone, sin preguntarse si existen opciones más recomendables.
Recientemente, el experto en ciberseguridad 'Rave Privacy' reveló en YouTube los que a su juicio son los navegadores web más seguros; todos ellos distintos a opciones tan populares como Edge, FireFox o Chrome: «Siempre recomiendo 'Brave' para tener privacidad en el entorno laboral. También son interesantes 'Mullvad Browser' (desarrollado junto al proyecto 'Tor') y 'LibreWolf', que deberíamos usar para las tareas de navegación más sensibles».
Hemos preguntado por estos navegadores a Jonay A. Puente Luis, Profesor de máster del área de la ciberseguridad en IMF Business School, quien coincide en afirmar que están diseñados para minimizar el rastreo y proteger la identidad : «Tor ofrece el mayor nivel de anonimato al enrutar el tráfico por múltiples nodos. Brave, por otro lado, incorpora bloqueos de anuncios y rastreadores de forma predeterminada, mientras que LibreWolf y Mullvad Browser son alternativas basadas en Firefox con configuraciones reforzadas para la privacidad».
La instalación de estas alternativas se recomienda, a fin de cuentas, con algunos peros. Y es que «la velocidad de navegación puede verse afectada y ciertos sitios web pueden no funcionar correctamente» al no encontrarse optimizados más que para los navegadores de referencia. Con todo, no debemos considerar a estos últimos como inseguros per se, prosigue el experto: «Ofrecen unos altos estándares de seguridad, aunque presentan diferentes enfoques. Por ejemplo, Chrome y Edge (basados en Chromium) destacan por sus rápidos parches de seguridad y sofisticados filtros antimalware, pero suelen compartir más datos de uso con sus empresas desarrolladoras, lo que afecta la privacidad. En cambio, Firefox apuesta por el bloqueo activo de rastreadores y mayor control del , mientras que Safari utiliza técnicas como 'Intelligent Tracking Prevention' para limitar la recolección de datos, aunque sus actualizaciones dependan del ecosistema Apple».
Sea cual sea el navegador que escojamos, resulta fundamental conocer las características de seguridad que ha de incluir sí o sí: «Debe contar con actualizaciones frecuentes que corrijan vulnerabilidades conocidas y protejan contra nuevos ataques. También es esencial que utilice conexiones cifradas (HTTPS) para proteger la información en tránsito y que implemente un sistema de aislamiento ('sandboxing'), lo que limita el impacto de posibles amenazas en cada pestaña. Además, debe incluir medidas activas como filtros contra sitios maliciosos y opciones de control de privacidad que permitan bloquear rastreadores», explica Puente.
Respecto a las vulnerabilidades más preocupantes que pueden presentar los navegadores, el profesor de IMF Business School habla de errores de código o una excesiva permisividad al instalar extensiones, lo que facilitaría la ejecución de contenido malicioso. Éstas, las extensiones, vienen a ser pequeños programas que añaden funciones o permiten personalizar el navegador, y tan solo representan un riesgo si provienen de fuentes poco confiables: «Una extensión maliciosa puede tener a tus datos de navegación o inyectar código peligroso. Para minimizar el riesgo, es recomendable instalarlas únicamente desde las tiendas oficiales y revisar aspectos como la reputación del desarrollador, el número de s, las valoraciones y los permisos que solicitan. Limitar el número de complementos instalados es otra buena práctica para reducir la superficie de ataque».
En cuanto a las consabidas 'cookies' de internet, Puente asegura que si bien no representan un peligro directo de 'hackeo', la acumulación de datos que conllevan puede incrementar el riesgo de que nuestra información se vea comprometida ante un brecha de datos: «Por ello, muchos navegadores ya incluyen opciones para bloquear o limitar estos elementos, ayudando así a proteger tanto la privacidad como, indirectamente, la seguridad del ».
Puente sintetiza lo dicho con estas siete recomendaciones básicas al navegar por Internet:
1. Activa las actualizaciones automáticas en tu navegador para aplicar los parches de seguridad tan pronto como estén disponibles.
2. Instala únicamente las extensiones imprescindibles, siempre desde fuentes oficiales y revisando periódicamente a qué tienen (ubicación, cámara, disco duro...).
3. Asegúrate de que los sitios web que visitas usen conexiones seguras (debe aparecer 'HTTPS' en la barra de navegación).
4. Usa contraseñas fuertes en aquellas páginas que requieran registro.
5. Activa el modo de navegación privada cuando te encuentres en un entorno compartido.
6. Piénsatelo dos veces antes de hacer clic en un enlace sospechoso.
7. No descargues archivos de fuentes dudosas.
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