Una comedia romántica del siglo XVI, este lunes en las Jornadas de Teatro

Las Jornadas de Teatro de Eibar acogen este lunes la última obra de la sección de compañías profesionales de esta 42 edición, una de las de mayor nivel escénico, con la participación de Nao D'Amores, de Segovia, y la Compañía Nacional de Teatro Clásico, de Madrid, que pondrán en escena 'Comedia Aquilana'.

La representación tiene lugar en el Teatro Coliseo, a las 20.30 horas. La obra gira en torno a los amores del caballero Aquilano con la princesa Felicina, hija del rey Bermudo. Se cree que esta fue la primera comedia romántica que se escribió para teatro en español.

Así, el texto de la obra es de Bartolomé Torres Naharro, uno de los autores fundamentales de la historia del teatro español, en el que sus obras consiguieron gran difusión a lo largo del siglo XVI, pese a que no es muy conocido en la actualidad.

El motivo no es otro que siempre se ha querido representar a autores del Siglo de Oro, con Lope de Vega y Calderón a la cabeza, frente a los del Renacimiento, en donde el esfuerzo y el riesgo es mayor. Este texto además se corresponde con un tipo de teatro popular que triunfó en el Renacimiento italiano, pues fue en Italia donde Torres Naharro (1485-1520) vivía cuando escribió la mayoría de sus obras, incluida esta.

De esta manera, Nao D'amores, la única especializada en España en teatro renacentista, con Ana Zamora a la cabeza, pone en escena una serie de elementos que adelantan el mundo de la comedia barroca, como la incorporación del tema del honor, las escenas de enredos y lances amorosos, la presencia de los criados envueltos en una acción secundaria, y la utilización sistemática del verso, reconocido como principal marca artística de la comedia.

Junto a ello, el trabajo además de acercarse a un texto renacentista, de gran valor cultural, saca a escena un bodegón floral, muy alegre, lleno de detalles, ensamblado con la música, el verso, la escenografía y el vestuario. Junto a ello, la música en directo no solo acompaña, sino que da ritmo a muchas escenas.

En sí, la directora Ana Zamora ha estudiado mucho el texto antes de abordar su producción. Todo ello, con ingeniosas estrategias, deriva su espectáculo en momentos muy disfrutables, aunque sean cinco siglos después.

La diversión llega por la utilización de esas notas burlonas que practicaban las compañías del género en Italia, humillando a las clases altas a través de los criados y haciendo cómplices al público de sus gracias.

Finalmente, en cuanto a la escenografía, recuerda a los tablados donde las compañías italianas usaban cortinillas para evocar diferentes decorados, y el vestuario cuenta con una gran belleza, que permite a los actores interpretar varios papeles .