Fallece un motorista de 64 años de Irun tras una colisión frontal en Hondarribia

Una recta, una línea continua y una colisión frontal. Sobre estos condicionantes, la Ertzaintza investiga el accidente que a media mañana de ayer se cobró la vida de un motorista de 64 años en la carretera N-638, en Hondarribia. Según informó el departamento vasco de Seguridad, el hombre, vecino de Irun, murió prácticamente en el acto tras un siniestro en el que se vieron involucrados otros dos turismos. Hasta el lugar se desplazó una ambulancia para atender a la víctima, pero el personal sanitario apenas pudo acreditar el deceso. Se trata de la octava persona fallecida en lo que va de año en un accidente de moto.

El trágico suceso tuvo lugar sobre las 11.30 horas de la mañana en la N-638, la carretera de al núcleo urbano de Hondarribia que discurre entre los barrios de Jaizubia y Amute. Concretamente, en el punto kilómetro 0,8, a apenas 300 metros de la rotonda de Amute. En ese punto, por causas que la Ertzaintza trata de esclarecer, el piloto de la motocicleta Honda Shadow colisionó de frente contra uno de los vehículos, uno de ellos un tipo SUV de color gris antracita. A resultas del golpe, la moto y el motorista cayeron sobre el carril de sentido Donostia. Por este motivo, agentes de la Ertzaintza y la Policía local de Hondarribia procedieron a cortar la N-638 al tráfico, que fue desviado por las carreteras GI-2134 y GI-636, donde se registraron retenciones de hasta tres kilómetros, según Seguridad.

La circulación en la vía afectada por el accidente fue cortada por espacio de dos horas. El cadáver del motorista fue levantado poco antes de las 13.15 horas, una vez que la médico forense desplazada certificó el fallecimiento. Una grúa procedió entonces a retirar la motocicleta siniestrada, en cuya horquilla y rueda delantera era visible el fuerte impacto sufrido. A las 13.30, se procedió a abrir el tráfico de entrada y salida a Hondarribia.

La Ertzaintza tratará de averiguar las circunstancias del accidente, que tuvo lugar en una recta donde una línea continua separa los dos carriles de la vía, uno en cada sentido. Jose, un hombre que tiene una huerta en las inmediaciones, se acercó al lugar «al oír varias sirenas. Cuando llegué había una ambulancia y también varios ertzainas. Vi que había una moto y también un coche, pero no me acerqué más», relata a este periódico. «No sé qué ha podido pasar, y no digo que haya sido por un exceso de velocidad, pero es verdad que por aquí los coches y las motos van a bastante velocidad. No hay nada que obligue a ralentizar la marcha. Ahí hay una señal de límite de velocidad a 70 kilómetros/hora, pero por aquí se va muy rápido».

No hizo falta preguntarle nada a este hombre, que asegura ser un conductor sexagenario, para que continuara su reflexión. «No sé si la moto o el coche estarían adelantando, o si alguno de los conductores invadió el otro carril para evitar una colisión. Lo que está claro es que se trata de una recta con visibilidad donde no se puede adelantar. Pienso que si se respetan las señales y se conduce atento, es difícil que tenga lugar un accidente tan grave».

Similar opinión tenía José Miguel, un baserritarra del barrio de Jaizubia, que «a diario» debe cruzar la N-638 «para hacer la compra». Camina por la pista de hormigón que atraviesa Jaizubia hasta la N-638, cruza el asfalto y continúa por Josu Langile kalea. «A veces estoy un cuarto de hora para pasar cuando no viene nadie. En verano hay más tráfico. Hace años que a la Diputación se le pidió un paso elevado, porque somos muchos los que cruzamos por aquí, también mucho senderista. La alternativa que se nos ofrece, ir hasta la rotonda de Amute o hasta la del hospital comarcal, no la usa nadie. Además, en un lado hay bidegorri pero en el otro no, y ¿vas a ir por el arcén?».

En lo que va de año, ya son doce las personas que han fallecido en las carreteras guipuzcoanas. De ellas, ocho iban en moto, lo que demuestra la vulnerabilidad de este colectivo. Sin ir más lejos, este pasado viernes un varón fue evacuado al Hospital Donostia tras salirse de la calzada en la GI-636, a la altura de Lezo.Según las memorias anuales de la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco, un total de 109 personas han perdido la vida en un accidente de moto desde 2016. Los años más trágicos fueron 2021 (17 muertos) y 2019 (16). En 2023 hubo 11.

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