El guisante también se merece tener su propia feria

En los últimos años en Astigarraga se vienen organizando unas jornadas centradas en la figura del baserritarra, buscando destacar su figura, su labor y la importancia que su trabajo ha tenido a lo largo de la historia. Lo hacen por medio de la iniciativa Lurraldia, que engloba precisamente el día de San Isidro y las jornadas centradas en el guisante.Si el jueves la climatología no acompañó en ningún momento, ayer tocó la otra cara de la moneda y el buen tiempo sirvió de efecto llamada para acudir a la plaza.

Por lo tanto, fueron muchos los que se acercaron hasta la misma durante la mañana para vivir una jornada especial, que tuvo de todo.El peso de la gastronomía fue evidente, en distintas expresiones, pero también la presencia del mundo del caserío con exposición de ganado y la colocación de puestos con productos de temporada. Además, como no puede ser de otra manera en el caso de Astigarraga, la sidra también estuvo presente con una pequeña kupela en medio de la plaza.

Siete explotaciones ganaderas de la zona llevaron hasta el casco urbano un total de 35 animales, entre los que cabe citar yeguas, caballos, ovejas, cabras, bueyes... La presencia de los animales siempre resulta atractiva para los niños y muchos se acercaron para poder disfrutarlos en la distancia corta.

Pero hoy era el día del guisante y había que degustarlo en distintas expresiones. Así, los que se acercaron a Foru plaza lo pudieron hacer con las croquetas o pequeñas hamburguesas que con él se cocinaron en los arcos de la Casa Consistorial.Fue uno de los grandes reclamos de la feria.

Otro llegó con la posibilidad de contemplar y adquirir productos de temporada del propio caserío. Los puestos fueron puntos de encuentro. Se le sumó la repostería artesana, que todos los años genera también una atracción especial entre los que acuden a la feria.