El Bidasoa Irun reanuda la liga alentado por su buena actuación copera

Menos de cien kilómetros separan el polideportivo Artaleku del pabellón Anaitasuna y para el Bidasoa Irun es una suerte que uno de los diez partidos que tiene que jugar en 25 días de febrero sea el de hoy en Pamplona, a las 20.30 horas y retransmitido por LaLigaSportstv. Ya habrá desplazamientos peores como a Benidorm el próximo miércoles para finiquitar el pase a la final a 8 de la Copa del Rey y más lejanos como el de Berlín. El de hoy supone hora y media pasada de autobús y volver a casa poco después las doce de la noche.

Como siempre, si el viaje de vuelta es con dos puntos, mejor que mejor, pero el Bidasoa sabe lo complicados que son los partidos frente a un equipo que estuvo asentado en la zona noble de la Asobal y que quiere volver a ella tras unas últimas temporadas de peores prestaciones, quedando décimo, decimotercero y décimo. Ahora es octavo, tras una primera vuelta irregular, en la que comparte con Sinfín el curioso honor de ser los equipos con más empates, tres.

No se puede descartar uno más hoy, por lo menos a la vista de los últimos resultados que se han registrado en los partidos entre estos dos equipos. 26-25 en la primera vuelta, 26-27 en Iruña (26-22 a falta de nueve minutos) y 27-25 en Irun hace dos temporadas y 28-28 en la cancha navarra hace tres. El partido de Artaleku fue el primero que se llevó el coronavirus en marzo de 2020.

Jacobo Cuétara destaca que «la mayoría de los derbis son muy igualados y además jugamos en su cancha. Sabemos de la dificultad de jugar allí. Es un reto bonito».

No esconde su satisfacción por el partido cuajado el miércoles ante Benidorm pero advierte que «muchas veces de un buen resultado puedes dar una sensación que no es real, porque no deja de ser un partido, y por eso hay que tener cuidado. El nivel tiene que ser estable».

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