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Iñigo Aristizabal
Irun
Domingo, 30 de mayo 2021
El Bidasoa Irun se ha coronado subcampeón por tercera vez en su historia (1994 y 2019 fueron las anteriores) y lo ha hecho con ... todos los honores.
El último partido ante el Fraikin Granollers y el hecho de que este equipo tenga dos partidos pendientes convertían la cita de este domingo en lo más parecido a una final. A los irundarras les valía la victoria y el empate. Incluso la derrota podía ser válida si el Granollers no hacía pleno en sus dos compromisos aplazados. Y cayó cara, 29-24, con más facilidad de lo previsto. O más solvencia, habría que decir.
Bidasoa Irun
Ledo (13 paradas), Cavero (4, 1 pen.), Crowley (1), Julen (5), Salinas, De la Salud (4), Azkue (6, 2 pen.) -siete inicial-, Sierra, Racotea (2), Zabala (3), Gey-Emparan, Serrano (4), Tesoriere, Da Silva, Nieto y Bonanno.
29
-
24
Fraikin Granollers
Sastre (5 paradas, 2 pen.), Lancina, Marc García, Alejandro Márquez (1), Martínez, Gassama (5), Rey (1) -siete inicial-, Varela (2 paradas, 1 pen.), Gurri, Pérez (1), Chema Márquez (1), Valera (1), Salinas (7), Franco y Antonio García (7, 3 pen.).
Marcador cada cinco minutos: 3-2, 5-4, 7-6, 8-6, 12-8, 16-10; 17-13, 19-15, 22-18, 24-20, 26-22 y 29-24.
Árbitros: Miguel Martín Soria y David Monjo, que excluyeron a los locales Da Silva, Tesoriere y a los visitantes Pérez y Valera. Mostraron roja directa al portero visitante Sastre (25') por chocar con Iñaki Cavero en medio campo en un contraataque.
Con 53 puntos de 68 posibles (78%, en 2019 fue el 75%), el Bidasoa Irun es el mejor de los mortales, el campeón de todos menos el Barça. Y eso es casi un título. Así lo celebró la plantilla y en ese momento se volvió a echar de menos al público de Artaleku. Los más incondicionales estuvieron fuera antes y después del encuentro, para dar ánimos primero y después para celebrarlo con el equipo.
Con las tendencias de ambos equipos, a tope el Granollers y en reserva el Bidasoa Irun, cualquier desenlace era posible. Hasta los optimistas eran conscientes de que el equipo vallesano podía ganar en Irun. Sin embargo, no lo hizo porque se encontró con un rival que cuajó una gran actuación. El anfitrión defendió y honró ese segundo puesto en el que ha estado toda la temporada y prácticamente no dio opción al soro.
El partido acabó de manera sensacional, pero empezó lo más torcido que uno pueda imaginar. Penalty parado por Sastre a Cavero, balón perdido ante la amenaza de pasivo, tiro fuera de Azkue... Y el Granollers aprovechando los regalos para ponerse 0-2, incluso con una penetración muy ventajosa para 0-3 que detuvo Ledo.
Un inicio para echarse a temblar, para que aparecieran los fantasmas, los miedos y las inseguridades. Pero fue un espejismo y en apenas dos minutos el Bidasoa Irun ya estaba por delante, 3-2, incluso se fue al 5-3. Ya nunca perderían los locales la iniciativa en el marcador, salvo las igualadas a 5 y 6 goles.
Cuétara, que reconoció un punto de obsesión en la tarea de gestionar esfuerzos, ya había metido en cancha a Nieto y Gey-Emparan, del filial, para el minuto diez. El baile de jugadores, habitual en el planteamiento del asturiano, fue si cabe más movido ayer. Y lo bueno es que todos aportaron, fuera en ataque o en defensa, o en esa faceta más oscura de dar descanso a compañeros que serán los que se lleven los focos.
Mediado el primer tiempo, el equipo amarillo incurrió en unos errores que no le permitieron echar a volar. Con 8-6, que de por sí era buena situación, llegaron dos fallos en contraataques, a los que hay que sumar los dos penalties que había parado Sastre.
El portero vallesano fue expulsado en el minuto 25 con roja directa, porque así está estipulada la acción de choque ante un jugador que viene en contraataque, en este caso Cavero. Del penalty posterior salió el 13-8, culminando un parcial de 4-0. Y todavía la diferencia subió a los seis con los que se marcharon los dos equipos al descanso, 16-10.
Seis goles de diferencia tras media hora de la 'final' por el subcampeonato eran jugosos, más de lo que se podía esperar, pero el Bidasoa Irun no podía relajarse. Cualquiera, más el Granollers, te puede hacer un parcial de 0-3 y ya está el partido vivo otra vez.
De hecho, el partido se reanudó con 0-2 y entonces la gran virtud de los irundarras fue aguantar las ansias de remontada del rival. Dos exclusiones locales se pagaron con 0-3 y los catalanes se acercaron a tres, 21-18. Había partido, pero con dos goles de Serrano y uno de De la Salud, que como Crowley y Bonanno se despedían ayer de Artaleku, pusieron el 24-18 a falta de doce minutos. En ellos volvió a estrecharse la diferencia a tres, pero sin sensación de peligro y el Bidasoa disfrutó de un final muy placentero.
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