Artaleku sigue siendo la cancha favorita del Ademar

No falló a su cita con Artaleku el Ademar, que puso otra piedra en su resurrección -cinco victorias de seis en 2022- y ya ha cambiado el puesto de promoción en el que pasó las Navidades por estar a un punto de Europa.

Las trazas de esa mejora se plasmaron en el partido desde el arranque y todas las ventajas del primer tiempo salvo el 5-4 y empates hasta el cartón 5 fueron visitantes. En los minutos iniciales el Bidasoa Irun no acertaba en ataque y el Ademar corría como le gusta. Para el 3-3, Xoan Ledo ya había parado dos contras claras a Gonzalo Pérez Arce.

Poco después entró en cancha Rodrigo Salinas, que reaparecía tras un mes sin jugar. También Kauldi Odriozola estaba de reestreno, en su caso tras haberse perdido los dos últimos partidos.

Del mencionado 5-4 se pasó a un preocupante 5-9, con casi diez minutos sin poder cantar un gol amarillo. Por suerte, la diferencia no fue a más y, tras aguantarla hasta el 8-12, el Bidasoa Irun la redujo en el tramo final del primer tiempo. El primer acercamiento fue con un 2-0 en inferioridad numérica y al descanso se llegó con 13-14.

El partido se reanudó con saque de centro leonés e inferioridad irundarra, arrastrada desde el primer tiempo, pero Adrián Fernández empató a 14 y entre Mikel Zabala (dos) y Víctor Rodríguez pusieron dos de renta en el marcador, 17-15.

Tiempo muerto del Ademar, que por momentos jugaba con siete en ataque pero estaban por venir los mejores momentos del Bidasoa Irun, que tuvo unos minutos pletóricos y puso el 21-18 por mediación de Mikel Zabala a la contra. Tras ese gol se produjo el cambio en la portería visitante, que iba a ser clave.

Superioridad mediante, el Ademar trazó un 0-3 en poco más de dos minutos y con el 21-21 empezó un nuevo partido de poco más de un cuarto de hora, en el que se registraron todos los empates posibles y cambios de dueño en el marcador pero siempre con diferencias de un gol.

A pase de Rodrigo Salinas, Julen Aginagalde marcó el 25-25 y Adrián Fernández hizo el 26-25 cuando quedaban poco más de cuatro minutos. En ellos no marcó el Bidasoa, en gran parte por mérito de Papantonopoulos. Así como en partidos anteriores del frenético febrero y parte de marzo los irundarras se habían multiplicado y sacado grandes resultados o firmado meritorias actuaciones, ayer en ese tramo final no pudieron desnivelar la balanza de su lado, ni siquiera con ese último balón que hubiera significado el empate.

En División de Honor Plata, el Amenabar Zarautz sorprendió al Barça B con un 7-1 de salida y seguía por delante en el 21-20, pero perdió 31-34, con once goles de Alberto Agirrezabalaga.