Visiblemente emocionado y «muy contento» se mostraba ayer el esquiador Adur Etxezarreta en el sencillo homenaje que le quisieron brindar familiares, amigos y vecinos en la plaza de Areso. Etxezarreta recibió una txapela de regalo porque para los aresoarras es todo un «txapeldun» como rezaba uno de los carteles que prepararon para darle la bienvenida en su pueblo natal. El aresoarra logró un merecido 17 puesto en la prueba reina del esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Pekín, el descenso, a menos de dos segundos del podio. Ese logró hizo que sus vecinos se volcaron con el deportista de 26 años que reconoció que recibía con agrado e ilusión el homenaje.
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