Llamados a entenderse

A mí también me ha dejado descolocado el movimiento de Jon Rahm porque se había erigido en la cabeza visible de la PGA defendiendo el ... golf tradicional frente a los petrodólares y ha terminado en el LIV. Pero, días después, este movimiento solo puede entenderse como un primer paso para la fusión más pronto que tarde de los calendarios de la PGA y el LIV. Va a llegar el día en el que caminen juntos y Rahm habrá empujado para que sea así. Su fichaje ha elevado al LIV Golf a una nueva dimensión y por el momento ha creado una falla más gruesa en el golf mundial, pero esa falla va a ir cicatrizando porque los dos, la PGA y el LIV, están llamados a entenderse. La PGA tiene tradición, grandes torneos y público. El LIV no tiene nada de eso. Ha sido incapaz de obtener una exposición mediática o repercusión deportiva al nivel de semejante inversión. Además, sus triunfos no cuentan para la clasificación mundial del golf y sus torneos carecen de la tradición y el componente histórico que se le presuponen a algunas de las citas del PGA Tour.