

Secciones
Servicios
Destacamos
El Bidasoa no tuvo su mejor día de la pretemporada. Seguramente jugó este sábado el menos completo de sus partidos preparatorios hasta ahora. No pasa ... nada en términos deportivos, siguen siendo tiempos de construcción del equipo, pero lástima que la presentación del equipo en casa, que es de lo que se trataba este sábado en el histórico Artaleku de Irun, no coincidiera con una exhibición como la de la víspera en Elgoibar.
Lo primero que toca decir sobre el choque es que no se debe infravalorar a un equipo de la Segunda sa como el Pau Billère Handball. Pero no hay duda de que el Bidasoa quiere demostrar que está a otro nivel. Encontró muchos problemas para hacerlo. Fue un partido con numerosos errores en los lanzamientos tanto de un lado como de otro, así como en las circulaciones, y cierta irregularidad defensiva. Seguramente todo provocado porque los dos equipos quisieron ser rápidos e intensos en ataque y duros en defensa. Los colegiados, con muy poca paciencia para advertir los pasivos, contribuyeron al desenfreno y el cansancio de los equipos –ambos venían de jugar la víspera– se fue notando cada vez más.
Bisaoa Irun
26
-
25
Pau Billère
Bidasoa: Skrzyniarz, Zabala (2), Asier Nieto (4), Iribar (2), R. Salinas, Gastaminza (4), Da Silva (1) -siete inicial- Maciel, Cavero (3), Jevtic, Furundarena, E. Salinas (4), Beraza, Mujika (2), Barreto (1), Raix y García.
Billère: Baige, Cohn (3), Doudeau (1), Vellenoweth (5), Gaillard (1), Daoud (1), Aguilar (3) -siete inicial- Vallet (1), Beigguillen (2), Kolakovic, Kleukers (2), Tarrico, Correnges (3), Gayduchenko (3) y Barre.
Árbitros: Burguera y Gurrutxaga
Faílde y Boskos, presentados este sábado, se sentaron en la grada, así que la de Leo Maciel fue la única cara nueva en la pista. No pasan los años por el argentino, que sigue siendo un portero diferencial y detuvo un 7 metros en el 29:40 del segundo tiempo con 26-25. Para ser justos, hay que decir que Skrzyniarz estuvo también muy entonado.
En las caras el Bidasoa se parece al del año pasado, pero casi nada en el juego. Poco rastro de aquellos cruces eternos y característicos del equipo durante más de un lustro. También hay cambios en la forma de entender las labores defensivas. Pronto aún para decir poco más. Quizá el primer cuarto de hora pudo ser el más representativo del estilo Mozas, que busca premiar el éxito defensivo con verticalidad al contraataque.
Lo que sí se mantiene es el carácter amarillo, clave para el subcampeonato de la pasada campaña. Cuando el equipo se vio en el segundo tiempo tres goles por detrás, algo pasó. La intensidad defensiva se elevó y al Billère le costó convertir más aún de lo que ya le estaba costando. Con la remontada se activó ligeramente un Artaleku que estaba en 'modo ópera', muestra inequívoca de que poco tiene que ver lo presenciado en el 40x20 con lo que sucederá cuando llegue la liga.
El primer partido en casa será, por cierto, el domingo 22 de septiembre contra el Barcelona.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.