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Joanes Bakaikoa está curtido en mil batallas y Asier Agirre, en otras tantas. Sin embargo la experiencia no les sirvió de mucho en una final ... que tuvo mucho más de reivindicación que de confirmación. Para el de Etxarri Aranatz era su cuarta final del Manomanista Serie B y pese a que la de ayer fue su tercera txapela, no dudó en afirmar que estaba «emocionado» por la consecución de la misma. Vuelve a ser de primera. A su rival, que el año pasado ante Larrazabal se quedó con la miel en los labios, la txapela volvió a serle esquiva a pesar de que nunca dio su brazo a torcer y amagó con una remontada importante. Su carácter irreductible estiró una final que terminó siendo una tortura para los dos tras más de 68 minutos de juego y 342 pelotazos. No cabe duda que la de Bakaikoa ha sido una txapela conquistada a pico y pala.
Los dos primeros tantos fueron un aviso de por dónde podía ir la final. 1-1 en el marcador en lo que fue la única igualada y 44 pelotazos. Los dos tantos siguientes fueron dos tantos de saque del de Etxarri Aranatz, que también dejó al descubierto enseguida una de las grandes debilidades de su rival: el resto. Y es que con su quinto tanto con el disparo inicial, Bakaikoa abrió la primera brecha importante en el marcador (2-8).
Agirre sufría al resto, pero también cada vez que el tanto era peloteado. Así que el de Rochapea optó por intentar acortar los intercambios y finiquitó los dos siguientes peloteos con sendas dos paredes. Fue un espejismo.
Agirre
15
-
22
Bakaikoa
Tiempo de juego: 68 minutos y 41 segundos.
Pelotazos a buena: 347.
Tantos de saque: Agirre, 1. Bakaikoa, 7.
Faltas de saque: Agirre, 1. Bakaikoa, 0.
Tantos en juego: Agirre, 8. Bakaikoa, 6.
Tantos perdidos: Agirre, 6. Bakaikoa, 8.
Marcador: 1-0, 1-3, 2-3, 2-8, 4-8, 4-9, 5-9, 5-13, 7-13, 7-14, 8-14, 8-16, 14-16, 14-19, 15-19 y 15-22.
Tantos de diez o más pelotasoz: ieciséis (ocho de Agirre y ocho de Bakaikoa).
Momios de salida: 100 a 70 a favor de Agirre.
Botilleros: goitz Carrión acompañó a Asier Agirre y Rubén Ayarra, a Joanes Bakaikoa.
Incidencias: Frontón Labrit. Unos 650 espectadores.
Bakaikoa siguió llevando la voz cantante en el peloteo gracias a su poderoso sotamano. Y cuando no, ahí estaba su saque para seguir hiriendo a su rival de la forma más dolorosa. Otros dos tantos de saque consecutivos situaron un 5-13 en el marcador que auguraba un desenlace más o menos rápido.
Pese a algún que otro error, Bakaikoa siguió manteniendo las distancias (8-16). Y cuando menos se esperaba la reacción de Agirre, el partido giró bruscamente.
Un duro intercambio finalizado con un pelotazo atrás le permitió recuperar el saque. Fue el inicio de un parcial de 6-0 que le metió de lleno en la final. De esos seis tantos, uno lo sumó gracias a su único tanto de saque y otros dos en acciones de saque-remate. Los otros tres se produjeron tras intercambios de más de diez pelotazos donde Agirre dejó ver su variedad de remates con una precisión hasta entonces desconocida. Firmó tres dejadas de bella factura y un pelotazo atrás después de un intercambio de 23 pelotazos. Había final (14-16).
Con Bakaikoa tambaleándose, y en ocasiones incluso dando la sensación de flaquear físicamente, el de Etxarri Aranatz supo reponerse para poner las cosas en su sitio y volver a ser en el tramo final del partido ese pelotari al que es casi imposible desbordar.
Recuperó el saque con un pelotazo atrás, aprovechó un error de Agirre al ejecutar un gancho que terminó en el colchón inferior y ejecutó una dejada polémica porque Agirre chocó con él cuando iba a buscar la pelota y los jueces dieron tanto para Bakaikoa que, acto seguido, buscó el tanto veinte con una dejada a la que llegó Agirre para hacer el tanto con un buruz gain y mantener viva la llama de la esperanza (15-19).
Sin embargo, el de Pamplona volvió a equivocarse al intentar acabar el tanto rápidamente y Bakaikoa ya o dejó escapar la txapela. Sumó el tanto 21 con una cortada al ancho y terminó con una dejada. «Esta txapela es algo grande. Es increíble», fueron sus primeras palabras. «He cogido ventaja rápidamente pero sabía que vendrían mal dadas porque Asier juega mucho. Al final se ha acercado, pero en ese momento he dado un paso adelante», resumió el campeón que volverá a estar el próximo año junto a los mejores.
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