Zabaleta, imbatido en La Blanca

La trayectoria de Zabaleta en el Torneo de La Blanca es inmaculada. Ha ganado los siete partidos que ha disputado. No conoce la derrota. Ha participado en cuatro ediciones y se ha impuesto en todas. Irrumpió en 2012 como sustituto de Barriola en la final, en compañía de Martínez de Irujo. Ya como titular, venció en 2016 y en 2018 con Altuna III. Amplía ahora su palmarés junto a Ezkurdia.

El momento cumbre de la gran actuación de Zabaleta en la final llegó en el 8-18, culminado con un derechazo monumental al rebote. Ezkurdia le dejó pelota servida y el de Etxarren la mandó a botar al ocho y medio para entrar como un cohete en la pared de atrás del Ogueta. Logró cuatro tantos de cosecha propia. En la semifinal llegó a ocho.

El zaguero de Etxarren alaba la cooperación de un Ezkurdia con el que se complementa. Hasta el 3-16 jugaron como una pareja grande. «Joseba le da velocidad, ha hecho daño y me ha dejado buena pelota. Ha jugado un montón hasta el tanto doce o trece. Yo me he sentido mejor después. Me ha entrado bien la pelota en la mano».

Ander Imaz, sometido a un bombardeo de pelotazos, tiró de defensa y recursos para capear el temporal. Bastante hizo. En el 3-11, por ejemplo, devolvió de aire con la zurda tocando casi el suelo con la mano un derechazo envenenado de Zabaleta. «Nos han dado una paliza», reconoció el oiartzuarra. «Llevar tantas pelotas difíciles es mala señal. Zabaleta es el mejor zaguero en estos momentos».

Los números de Joseba Ezkurdia en la historia del Torneo de La Blanca no alcanzan las cotas espectaculares de su zaguero, pero son dignas de subrayar. Ha ganado tres de las cinco finales para las que se ha clasificado: con Merino II en 2014, con Zubieta en 2015 y con Zabaleta en 2022.

Representantes de Aspe se han impuesto en dieciséis de las últimas veinte ediciones del Torneo de La Blanca. Desde 2001 solo están registradas cuatro victorias obra de pelotaris de Asegarce o Baiko. Los Zabaleta, Ezkurdia y Altuna III han recogido el testigo de Titín, Pascual y compañía.

Si bien las empresas esperaban quizá más público en la final y queda la duda sobre la idoneidad del horario, la recuperación de la feria manista de Vitoria deja números interesantes. La función del martes por la noche reunió a 1.001 pelotazales y la semifinal del domingo por la tarde, a 1.241. El primer cartel, el de la noche del viernes, se saldó con 690.