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La buena marcha del empleo, que camina de récord en récord en lo que se refiere al número de afiliados, se ha convertido a la ... postre en un muro de contención para la economía vasca frente a la amenaza evidente de una Europa 'congelada' e incluso, como sucede en el caso concreto de la zona euro, sumida ya en la recesión técnica, que ha cedido 0,1% en los dos últimos trimestres de 2023. Así lo revelan los primeros datos sobre el comportamiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Euskadi, que en el primer trimestre del año avanzó un 1,6% en tasa interanual y un 0,5% si se compara con el periodo octubre-diciembre de 2023. Ese 1,6% estimado por el Eustat supone un avance algo menos vigoroso que el registrado en el cuarto trimestre de 2023 (1,7%) y también en el conjunto del pasado ejercicio (1,8%), pero revela una estabilidad muy significativa.
El repunte del primer trimestre –y sobre todo lo que significa– resulta más meritorio aún si tomamos en cuenta que el entorno geopolítico internacional no ayuda en absoluto, con una grave crisis abierta en Oriente Próximo, que amenaza incluso con extender el conflicto de la Franja de Gaza mucho más allá de Israel, y con la guerra de Ucrania enquistada, amén de que en este año se celebran en el mundo casi dos centenares de elecciones, incluidas las de la presidencia de los Estados Unidos, lo que eleva la incertidumbre mundial.
El gran motor económico de Euskadi en estos primeros compases del año, añadió el Eustat, es sin duda el sector Servicios, al que en los últimos meses hemos visto coger el timón de la creación de puestos de trabajo, también en Gipuzkoa, que se ha apuntado varias marcas inéditas en cuanto al número de afiliados a la Seguridad Social. Un empuje, el del turismo y la hostelería, cabe resaltar, que ha convivido con una industria fuerte y que también ha seguido contratando a pesar de que la exportación no ha vivido sus mejores momentos en los últimos meses.
Esa estabilidad en cuanto al comportamiento del PIB y la marcha del empleo, dentro de un lógico escenario de desaceleración causado por la influencia del exterior, es la que se va a encontrar el Gobierno Vasco que salga de los comicios celebrados el pasado domingo. El tándem PNV-PSE, que ya ha iniciado las pertinentes negociaciones en busca de un acuerdo para repetir al frente del Ejecutivo de Vitoria, conoce el paño, con lo que, si sale adelante su opción de gobierno, cabe pensar que al menos en los primeros compases de la legislatura el País Vasco no vivirá grandes cambios en la política económica.
Esa previsible 'tranquilidad' en la macroeconomía se replicaría también en algo tan importante como los recursos con los que ejercer la responsabilidad de gobierno. Y es que, salvo catástrofe, ese dinero está más que asegurado.
De hecho, la recaudación –impulsada a su vez por la marcha del empleo– está rompiendo todos los registros. Por ejemplo, en Gipuzkoa, las arcas públicas nunca habían atesorado, como sucede este año, más de 1.000 millones de euros en el primer trimestre. En concreto, 1.039,2 millones, 113 millones más que en el mismo periodo del ejercicio precedente, un 12,2% más. Un incremento que se apoya básicamente en el IVA (el consumo de las familias) y el IRPF (las retenciones por trabajo), que aglutinan el 88% del total recaudado.
Los analistas (y también el Gobierno Vasco en sus previsiones oficiales, que vaticinan un alza del PIB del 1,9% para 2024 y un 2,1% para 2025) dan por descontado que el presente ejercicio irá de menos a más; y que el enfriamiento que viven economías como Alemania (-0,3% en el cuatro trimestre de 2023) o Francia (0,1%), los grandes clientes de Euskadi, podría empezar a superarse.
Para ello se esperan varios acontecimientos. Por ejemplo, una cierta recuperación de China, que aunque crece al 5% (en línea con las previsiones oficiales) no termina de ser el gran comprador que fue de las fábricas alemanas (con el consiguiente efecto en las nuestras), y una dulcificación de la inflación en Europa, lo que conllevaría a una rebaja de los tipos de interés.
La institución presidida por Christine Lagarde se está haciendo de rogar, con la vista quizás demasiado fija en la Reserva Federal americana, que de momento no mueve pieza. De todos modos, lo previsible es que los tipos en la eurozona bajen a partir del mes de junio y vivan varios recortes en la segunda mitad del año.
Esa rebaja de los tipos de interés tendría, en buena lógica, otros dos efectos positivos sobre nuestra economía. El primero, sería un acicate a la inversión, pública y privada. Y el segundo, también muy importante, un abaratamiento en la revisión de las hipotecas y, como derivada, un impulso a la construcción.
El Perte de la Descarbonización Industrial ya está en marcha y, como era previsible, dado el peso de este sector en la economía vasca, el tejido productivo de Euskadi se ha volcado en la primera convocatoria. Han sido veinte los proyectos vascos centrados en la transición verde de fábricas y talleres los que han solicitado fondos Next al Ministerio de Industria, que pilota la iniciativa. Eso ha hecho que Euskadi sea la segunda comunidad autónoma con más peso en el Perte, sólo por detrás de Cataluña. El plan cuenta con un presupuesto de 3.000 millones.
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