Bildu pasa a ser la primera fuerza abertzale

Los resultados del 23-J confirman la pujanza de la formación que lidera Arnaldo Otegi que ya demostraron las municipales de hace apenas dos meses, cuando EH Bildu compitió de tú a tú con el PNV poniendo en solfa su histórica hegemonía en Euskadi. La situación vuelve a repetirse ahora: los independentistas se quedaron ayer a mil votos de los jeltzales en la comunidad autónoma cuando la distancia en las generales de hace cuatro años fue de 158.000 sufragios. Empate técnico en la carrera a Madrid... a menos de un año para las autonómicas.

La suma de representantes vascos y navarros permite a EH Bildu fortalecer su grupo parlamentario y, sobre todo, superar al PNV en número de escaños en la Cámara baja. El adelantamiento se produce en un momento clave. No solo por las estrecheces en la pugna autonómica, la última legislatura soberanistas y jeltzales han competido por primera vez por enarbolar la bandera del nacionalismo vasco en Madrid.

También por ser el gran 'conseguidor', un papel que hasta hace apenas un par de años era exclusivo del PNV gracias a sus sucesivos acercamientos a los gobiernos de PP y el PSOE. Un modelo de pactos contantes y sonantes con Moncloa, a los que se ha sumado la izquierda abertzale tras el final de ETA y que se están demostrando muy rentables a nivel electoral.

EH Bildu logró ayer 58.000 votos en Navarra (2.000 más) y 274.000 en el País Vasco. En el segundo caso supone incrementar la cifra de 2019 en 53.000 apoyos, un 5,3% más para provocar un triple empate a cinco diputados con PSE y PNV. La coalición soberanista fue la fuerza más votada en Gipuzkoa, su mayor caladero, la segunda en Álava y la tercera en Bizkaia, aunque es en este último territorio en el que ha registrado una mayor subida: cinco puntos porcentuales a costa de absorber buena parte de los votantes de Podemos que no han llegado a Sumar.

La mejora de sus resultados en las elecciones generales tiene una segunda consecuencia para EH Bildu. Además de ganar presencia en el Congreso la coalición soberanista tendrá por primera vez grupo propio en el Senado. El último mandato unió sus representantes a los de ERC para poder conformar equipo, pero esta vez no va a ser necesario. La victoria por Gipuzkoa se traduce en que el número de asientos en la Cámara alta por ese territorio pasará de uno a tres. A ellos hay que sumar el obtenido por Álava y la senadora por designación autonómica que mantendrá su cargo hasta el final de la legislatura vasca a lo largo de 2024.

Unas elecciones vascas a las que ayer miró sin disimulo Arnaldo Otegi. En su comparecencia tras el final del escrutinio, el coordinador general de EH Bildu celebró «otra noche mágica» para su formación y aseguró que Euskadi se encuentra «a las puertas de un cambio de ciclo». «Vamos bien, lo de hoy (por ayer) es otro paso adelante», aseguró antes de subrayar que su principal objetivo en Madrid será, además de las conquistas sociales, la lucha «antifascista» que circunscribe a evitar que PP y Vox puedan gobernar.