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Ane Bergara
Jueves, 30 de enero 2025, 09:24
¿Existe algo más rico y reconfortante que un buen chocolate caliente a la taza? Aunque no haga falta excusa para degustarlo, lo cierto es que el frío invernal siempre invita a tomarse uno, ya sea acompañado de churros, de pastas o sin nada; bien como un desayuno matinal o para una merienda de capricho.
Huele tan rico como sabe y, aunque haya marcas que comercialicen el chocolate a la taza ya listo para calentar y servir, nada mejor que preparar tu propio chocolate caliente casero. Sin embargo, la propia experiencia indica que no siempre es fácil conseguir ese espesor y textura característicos, ya que muchas veces se queda a medio camino entre el chocolate a la taza y la leche con cacao.
Para preparar un exquisito chocolate a la taza casero, con unos inmejorables sabor y textura, no olvides seguir estos seis trucos que se indican a continuación.
1
La calidad de la materia prima marca el éxito de la receta. Es la gran premisa en el mundo de la cocina y la preparación de un chocolate caliente a la taza no iba a ser menos. El cacao, sin importar si se elige en formato tableta o en polvo, ha de ser de la mejor calidad posible, lo que quiere decir que ha de tener un alto contenido en cacao y sin azúcar, espesantes o harinas añadidas. Para elegirlo, acude a una tienda especializada y déjate asesorar o no te olvides de leer muy bien la etiqueta de ingredientes.
2
Aunque cualquier tipo de leche puede servirnos para preparar el chocolate a la taza, la leche entera y fresca es la mejor opción para conseguir un chocolate con cuerpo. Si prefieres mantener el sabor puro del chocolate, puedes prescindir de la leche y emplear agua mineral para aligerarlo.
3
Aromatizar el chocolate empleando especias al gusto es un acierto seguro que elevarán el olor y el sabor de esta deliciosa bebida. Canela, vainilla, menta, cardamomo, naranja, cayena… las opciones son muchas, ¡elige la que más te guste!
4
Ya sea por las prisas o por desconocimiento, en ocasiones se tiende a preparar el chocolate calentándolo directamente en la olla. Esto es un error ya que puede quemarse, por lo que primero conviene calentar e infusionar la leche para después verter las onzas o el polvo de cacao. Es importante remover constantemente hasta lograr la textura y la consistencia deseadas. Asimismo, en caso de querer endulzarlo, el azúcar ha de añadirse siempre al final para evitar que se queme.
5
Si nos encontramos ante el problema de que el chocolate nos queda demasiado líquido, existe la opción de cocinar el chocolate durante más tiempo (en el que los líquidos se irán evaporando) o de agregar más cantidad de cacao para añadir densidad al chocolate. Sin embargo, estas fórmulas modifican la composición y, por tanto, el sabor del resultado final. Un truco idóneo para ahorrar tiempo y conseguir un chocolate más espeso sin alterar su composición ni sabor es agregar maicena, que actúa como espesante para una cremosidad única.
6
Además de haber aromatizado nuestro chocolate casero a la taza, antes de servir podemos condimentarlo al gusto, ya sea con ralladura de naranja, con canela en polvo, con unas escamas de sal o, por qué no, con un poco de nata montada sobre la superficie. También es habitual tomarlo con 'nubes' o con el acompañamiento que más nos guste.
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