Goian bego, 'Zurito'

Espero que Gabriel de la Haba Vargas (1945 - 2024) tuviera a bien haber dado nombre a los tragos cortos de cerveza, porque si no su familia se habrá llevado un sofocón. El diestro cordobés falleció este martes pasado y en la prensa nacional se han leído titulares como 'El mundo del toro despide a 'Zurito', el torero que dio origen a los txikitos de cerveza'. Algún artículo que otro ha utilizado hasta un collage cervecero que yo pergeñé el año pasado (con la estampa de don Gabriel rodeada de burbujeante espuma) cuando hablé aquí de la conexión entre San Sebastián, la bebida de cebada y este califa taurino.

Fueron los de la peña donostiarra 'Zurito', iradores de las faenas de Gabriel en la vieja plaza de El Chofre, quienes allá por los 60 bautizaron así al txikito espumoso, por entonces aún tan novedoso que no tenía nombre propio. En el archivo gráfico de Kutxateka se conservan fotos de la cena-homenaje que el 13 de agosto de 1964 ofreció su peña homónima al jovencísimo 'Zurito' (en realidad 'Zurito' III, ya que el mismo apodo tuvieron su abuelo y su padre) en la sociedad gastronómica Gaztelubide. Lo debieron de pasar fetén porque en una de las imágenes se puede ver al torero, muy sonriente, con un botellín de cerveza al lado. Esa tarde había sido su presentación en el coso donostiarra y el diestro había brindado uno de sus dos toros a sus entusiastas peñistas vascos. ¿Sería en Gaztelubide, en compañía de 100 comensales taurófilos, donde surgió el binomio cerveza/zurito? La historia sería más bonita y completa si hubiera sido así, con presencia del protagonista, pero probablemente el bautizo oficial del trago ocurriera en el bar Loretxu o en el Irutxulo, locales que solían frecuentar amigos de la peña como Carlos 'Txarli' Pérez Garrido, a quien se le atribuye la paternidad si no del nombre, sí al menos del consumo de cerveza al por menor.

Ojalá cuando nos vayamos la gente siga recordándonos, aunque sea sin haberlo previsto, por algo disfrutable. Un trago de cerveza fresca, un pintxo sabrosón o alguna benévola sinsorgada que dé color a nuestro obituario. Goian bego, 'Zurit. Espero que no te moleste que tu nombre siga con nosotros.