Duro golpe para la farmilia de Borbón y Escasany con la muerte del duque de Sevilla a los 81 años, tan solo diez días después de la muerte de su hermano, Alfonso de Borbón y Escasany. Los primeros en llegar a su capilla ardiente este miércoles al tanatorio de San Isidro han sido sus dos hijos. En primer lugar Francisco, que muy emocionado ha agradecido las condolencias. Minutos después llegaba Olivia, completamente destrozada y arropada por su marido Julián Porras, que ha tomado la palabra al ver que su mujer era incapaz de articular palabra.
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