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Oskar Ortiz de Guinea
San Sebastián
Lunes, 11 de noviembre 2024, 12:30
Las imágenes que las cámaras de seguridad de las inmediaciones donde Santi Coca fue agredido el 26 de abril de 2019, recogen a una joven ... que parece hablar con el varón que está siendo juzgado estos días en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa por un posible delito de asesinato, por el que la Fiscalía de Gipuzkoa solicita una condena de 20 años de cárcel. Esa chica, que era amiga del menor fallecido y conocía al procesado «de vista», ha asegurado este lunes que lo que ella estaba haciendo aquella madrugada fue «separar a este señor», en referencia al encausado, al que ha señalado con la mirada. Según esta joven, la víctima permanecía en el suelo y el acusado estaba «superagresivo y quería seguir pegando», por lo que ella trató de calmarlo.
En una sexta sesión del juicio que ha contado con la renuncia a la declaración de varios testigos, la joven ha relatado lo que recordaba de la noche de autos. Al salir de la discoteca donde Santi se iba a juntar con su hermano para regresar juntos a casa, ella vio en el exterior que «había un gran barullo, una movida», en la que reconoció a varios amigos. Por tanto, en lugar de caminar hacia Alderdi Eder, como solía hacer para volver a su domicilio, tiró hacia el Náutico, donde se desarrollaban los hechos ahora juzgados. «Había mucha gente, alrededor de 15» jóvenes, y observó «puñetazos, empujones, de todo». Según recuerda, «estaban pegando todos» los que supuestamente rodearon a Santi Coca, mientras tres amigos, entre ellos el propio Santi, «se defendían». Por el tumulto que había, desde su perspectiva no vio caer al joven fallecido, y tampoco pudo observar si este recibió puñetazos y patadas en el suelo. ç
Cuando todo cesó, reconoció al procesado, al que no pudo ver si agredió o no. Intuye que sí, porque «con la agresividad con la que lo sacan (de la trifulca) y con la que quería seguir con la movida…». Ella intercedió para que «parara». Asegura que no mantuvo una conversación con él, pero imagina que «le diría que parara». Le conocía de vista desde años antes, y recuerda que tanto a ella como a sus amigas les solía proferir «comentarios sexistas».
Tras ser atendido de urgencia por los servicios sanitarios trasladados al lugar, Santi Coca ingresó en el Hospital Donostia pasadas las 05.15 horas «en parada cardiorrespiratoria», y tuvo que ser reanimado cardiopulmonarmente «durante cuarenta minutos», tal como recogió la sentencia emitida tras el juicio celebrado hace un año entre los meses de noviembre y diciembre. Finalmente, el menor donostiarra no pudo recuperarse de las graves lesiones que sufrió en la cabeza y falleció dos días después.
En ese primer proceso judicial, un varón fue condenado a tres años y medio de cárcel por homicidio imprudente con la atenuante de intoxicación etílica, mientras que otros cuatro jóvenes fueron absueltos (uno de ellos, incluso, antes de que finalizara el juicio). Por su parte, el actual procesado no se presentó al encontrarse en paradero desconocido, lo que ha obligado a repetir un proceso que está previsto se prolongue hasta este próximo lunes 18, con la entrega del cuerpo del veredicto al tribunal del jurado.
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