Varios niños se deslizan en trineo por la rampa de los Relojes de la playa de La Concha. Fotos: Usoz e Insausti
Efeméride

Cuarenta años de la nevada del siglo en Gipuzkoa

Un temporal histórico de nieve y frío colapsó el territorio entre el 6 y el 15 de enero de 1985. Dejó unas temperaturas mínimas de 10 grados bajo cero en Donostia, donde dos sintecho fallecieron por congelación

Marcela Salazar

San Sebastián

Lunes, 6 de enero 2025, 00:05

El 7 de enero de 1985 Gipuzkoa se disponía a recuperar la normalidad después del día de Reyes, aunque esa mañana no hubo ninguna, ya ... que lo que comenzó siendo una simpática nevada que empezó de madrugada en Irun, terminó convirtiéndose en un temporal que sumió en el caos a todo el territorio durante nueve días.

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«Recuerdo que el día de la cabalgata de Reyes hacía un frío terrible», rememora Margarita Martín, delegada en Euskadi de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que se acuerda «perfectamente» del temporal. «Fue la nevada del siglo y la segunda más fría después de la del año 1956».

El origen de los 25 centímetros de nieve acumulada en la costa fue un anticiclón que, según explica la delegada de Aemet, «estaba estacionado en Groenlandia y que se extendió desde Francia hasta el norte de Rusia y los Urales, y enlazó con otro siberiano. El primero se desplazó por el Golfo de Vizcaya, donde cogió humedad, algo muy extraño porque se suele quedar en las Islas Británicas», aclara Martín. Al mezclarse con el que procedía de Rusia, que era seco, «se dio la tormenta perfecta» para que nevara en la costa cantábrica.

Este temporal afectó a todo el continente, con unas temperaturas extremadamente frías. En Vitoria se registraron -17,8 grados; en La Molina (Lleida), a más de mil metros de altura que la capital alavesa, -18; en Burdeos -15 y -25 en Finlandia.

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En Gipuzkoa, durante varios días tanto las temperaturas mínimas como las máximas fueron negativas. El 6 de enero la mínima en Donostia fue de -10 grados y la máxima tan solo alcanzó los -4 grados y en Aretxabaleta -8,4. El 8 de enero se volvió a repetir este fenómeno, cuando la mínima fue de -7,4 grados y la máxima de -3,5 grados; también el 14 de enero, cuando fueron de -7,2 y de -1,4 respectivamente; y el 15 de enero, las temperaturas oscilaron entre -8 y -2,4 grados de máxima.

Gipuzkoa estuvo paralizada durante más de una semana, sobre todo por la rapidez con la que cuajó la nieve en alguna zonas. «Hacía más de sesenta años que no se registraba una nevada de ese calibre, y la cosa más curiosa es que cayó más nieve en Gipuzkoa y Bizkaia que en Araba o Navarra», explica Martín.

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Tuberías congeladas

El 7 de enero, el primer día del temporal en Donostia, en Igeldo se registraron 24 litros de nieve. Los colegios y las facultades permanecieron cerradas y los estudiantes de todas las edades vieron prolongadas sus vacaciones durante una semana más. A partir de ese día y durante más de siete, en Gipuzkoa se congelaron tuberías y hubo cortes de luz. En Donostia se volcaron 50 toneladas de sal y, los quitanieves y máquinas similares de la Diputación no daban abasto durante esos días.

El primer día de la ola de frío se cobró la vida de una persona sin techo en la estación del Topo de Amara. Aún hubo otro fallecido por congelación en Donostia. El domingo 13 falleció otro en una fábrica de lejías frente a Kontadores, en el alto de Miracruz. Se trataba de un asturiano que habitualmente dormía ahí. Un compañero suyo, natural de Lasarte, también tuvo que ser atendido y un joven portugués también necesitó asistencia por síntomas de congelación tras tirarse al río Bidasoa para cruzar a Francia sin visado. Asimismo, un hondarribiarra estuvo perdido durante un día en Peñas de Aia.

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Los autobuses también estuvieron paralizados, salvo algunas líneas del centro de la capital guipuzcoana. Los taxis habían desaparecido y la Policía Municipal y la Ertzaintza trasladaban a gente que no podía llegar a sus casas. En Eibar la Guardia Civil fue la encargada de llevar al hospital a cuatro heridos que se habían roto algunos huesos por la nieve, y en Donostia empezaron a aparecer esquiadores que habían llegado en esquís de fondo desde Tolosa. El paseo de Bizkaia se convirtió en un lugar idóneo para practicar esquí de fondo, al igual que en la playa de Ondarreta y La Concha, en donde incluso se llevaron a cabo varias competiciones durante el temporal.

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