Protectora de Gipuzkoa
«Hemos encontrado tres perros huidos por los petardos esta Nochevieja»Fiestas ·
La Protectora de Gipuzkoa ya ha devuelto dos de los canes gracias a los chips que llevan. Ahora buscan otro desaparecido en Nochevieja en ZarautzProtectora de Gipuzkoa
«Hemos encontrado tres perros huidos por los petardos esta Nochevieja»Fiestas ·
La Protectora de Gipuzkoa ya ha devuelto dos de los canes gracias a los chips que llevan. Ahora buscan otro desaparecido en Nochevieja en ZarautzSan Sebastián
Jueves, 2 de enero 2025
Navidad, Nochevieja, el día de San Sebastián o Semana Grande. Son días de celebración para los humanos, pero no para nuestros animales. Los petardos de ... fin de año o los fuegos artificiales de Semana Grande se convierten en un suplicio para los perros. Para estos animales, con una sensibilidad auditiva que triplica la del ser humano, el ruido de un cohete al explotar puede generar todo un trauma. «He llegado a ver gente que lleva a sus perros a los fuegos artificiales de Semana Grande. Es una locura, es una tortura para los perros», relata Gema de la Peña, trabajadora de la Protectora de Gipuzkoa.
Publicidad
Estos días de festividades suelen ser especialmente ajetreados en las protectoras de animales. Muchos voluntarios dedican los primeros instantes del año a localizar animales que han huido de sus hogares amedrentados por los petardos. «Todos los años estamos igual, es una causa que se repite siempre», confiesa Gema. Esta Nochevieja, los trabajadores de la Protectora de Gipuzkoa se han topado con tres perros.
«Hemos encontrado dos en Donostia y uno en Tolosa. Dos mestizos y un pastor vasco. Cuando llegamos, suelen estar escondidos y con mucho miedo todavía. Tenemos que ir con cuidado». Una vez los recogen, los trasladan a la protectora y tratan de identificarlos. «Miramos si tienen chip o correa y amos con sus dueños para devolverlos». En este caso, dos tuvieron suerte pero hay uno que todavía no ha sido devuelto a su hogar. «Dos de ellos tenían chip, así que hemos podido devolverlos a sus dueños. El otro aún sigue en la protectora», cuenta Gema. «Ayer nos llamó otra persona de Zarautz denunciando la desaparición de su perro en Nochevieja. Todavía no ha aparecido».
Los casos de desapariciones de animales se multiplican en estas fechas en las que el ruido de los petardos y los cohetes se convierte en la banda sonora principal en nuestras calles. La delicada sensibilidad auditiva de los perros los hace vulnerables a los ruidos altos y su primera reacción suele ser huir y esconderse. «Sienten pánico. Oyen un ruido desconocido, que viene de un sitio indefinido y se asustan. Huyen y se esconden». En algunas ocasiones, los animales llegan a recorrer varios kilómetros hasta ser localizados. «Hemos tenido algún caso en el que un perro ha escapado de un pueblo a otro que está a kilómetros. Esto demuestra el miedo que le tienen a este tipo de ruidos».
Publicidad
Un incidente de estas características puede dejar secuelas en los animales. «Si un perro ha tenido un altercado con petardos o ruidos fuertes se le puede crear un trauma». Esto tiene consecuencias en el día a día. «Si se les queda ese pánico, cualquier ruido puede despertar ese miedo que tienen». A largo plazo también puede afectar a la salud del animal. «Puede haber secuelas en su salud, sobre todo en el tema auditivo», explica Gema.
Es conveniente seguir una serie de medidas en días señalados en los que los perros pueden estar expuestos a ruidos fuertes. «Nosotros proponemos todos los años varias recomendaciones. La primera es tener a los perros bien atados y estar atentos a cualquier incidente. Así, no podrán escapar si en algún momento se sienten asustados. Si estás en casa y tiran petardos fuera, es muy útil subir el volumen de la televisión. De esta manera, se amortiguará el sonido del exterior y el animal se mantendrá aislado. Por último, y seguramente el consejo más importante de todos, no llevar a los perros a las celebraciones. Hay que saber diferenciar qué planes son para nosotros y cuáles para los perros».
Publicidad
En este sentido, le preocupa la presencia cada vez mayor de canes en contextos humanos. Es usual ver personas acompañadas de sus perros en lugares como centros comerciales o terrazas de bares, aunque no sea lo adecuado. «A los perros hay que dejarlos ser perros. Lo que nos gusta a los humanos al perro no le gusta. El animal no se va a quejar porque estará bien educado, pero no se sienten cómodos en sitios tan masificados. Un perro es feliz corriendo en el monte», reflexiona la trabajadora de la Protectora de Gipuzkoa.
«Tenemos que darnos cuenta de que lo que nos gusta a nosotros no es lo que les gusta a nuestras mascotas. Cuando saco a mi perro y volvemos a casa sabe que le va a tocar estar tranquilo en casa durante unas horas, pero cuando lo saco intento llevarlo a sitios como el monte o un campo de hierba, para que pueda sentirse cómodo», asegura Gema de la Peña.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.